�A quién no le ha picado nunca un mosquito o una avispa? Las picaduras de insectos no suelen ser peligrosas. Desde siempre se han utilizado remedios sencillos y naturales que actuaban de forma inmediata, aquí algunos:
ARCILLA Y SALIVA
Este es probablemente el remedio más efectivo y rápido de aplicar en situación de urgencia. En el mismo momento de la picada hacemos una pasta en la mano con arcilla del lugar y nuestra propia saliva, la aplicamos encima de la picada, dejando que se seque.
DE LA DESPENSA
Una rodaja de cebolla o una pasta elaborada con bicarbonato sódico y agua reducirá el malestar producido por la picadura de una abeja. Para aliviar el malestar producido por la mordedura de una hormiga se puede sumergir el dedo o la zona en cuestión en ajo machacado.