La biblioteca-bosque (Fotos)

En el interior del edificio, un ‘valle central’ forma la columna vertebral de la biblioteca, sirviendo como principal espacio de circulación desde el lado norte hasta el lado sur, y conectando a las personas con todos los espacios relevantes situados por encima y por debajo del área de lectura.

La han proyectado como “una biblioteca para el futuro” destinada a establecer nuevos estándares para conseguir que sean más sostenibles las venideras edificaciones destinadas a guardar, conservar y catalogar libros y documentos, y permitir que el público los consulte y lea de modo ordenado. Su diseño exterior e interiores tendrán reminiscencias forestales.

La biblioteca del subcentro de Beijing aspira a establecer un nuevo punto de referencia para el futuro diseño de bibliotecas en aspectos como la tecnología de construcción, el cerramiento y la sostenibilidad social y ambiental, según sus diseñadores, el estudio de arquitectura noruego Snøhetta, con sede en Oslo.

El cerramiento acristalado, que envuelve la biblioteca, alcanza los 16 metros de altura y se denomina técnicamente ‘fachada de vidrio autoportante’, siendo la primera estructura de estas características en China, según Snøhetta, que ha desarrollado el diseño arquitectónico, paisajístico e interior del edificio. Debido a esta fachada altamente transparente, “la biblioteca se revela a sí misma y a sus actividades internas a los transeúntes, invitándolos a entrar”, añaden.

Este nuevo espacio público contemporáneo y a la vez atemporal fue diseñado y creado para aprender e intercambiar conocimientos y para los debates abiertos, así como para celebrar el patrimonio y la rica historia cultural de ciencia, arte y actuación de Pekín, explica Snøhetta

Al acceder a la nueva biblioteca, los visitantes sentirán que llegan y entran a un bosque estilizado y construido con materiales modernos, situado a su vez medio de una zona boscosa natural. Una vez dentro, podrán leer sus libros favoritos, teniendo la sensación de está debajo de un follaje boscoso, al ocupar los asientos en las mesas de lectura o sentarse en las escaleras talladas en elevaciones similares a colinas, que jalonan el espacio común central de la edificación.

El gran espacio abierto de la biblioteca está diseñado para unir a las personas, tanto en el espacio como intelectualmente, creando un paisaje para acceder al conocimiento y una experiencia claramente diferentes a los que ofrecen las bibliotecas convencionales, explican sus diseñadores.

Esta apertura permite a las personas reunirse, interactuar e intercambiar conocimientos en un área similar al gran anfiteatro, y también en otros espacios abiertos similares distribuidos en diferentes lugares a lo largo de todo el edificio. Allí “los visitantes pueden encontrar su lugar privado manteniéndose conectados con la gran área común”, según Snøhetta.

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