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Crisis en Haití se recrudece mientras el presidente sigue en silencio

Muchas personas han salido a las calles en busca de agua y comida, en medio de una tensa calma, mientras los promotores de las protestas han advertido de que continuarán.
Decenas de manifestantes fueron registrados este miércoles al protestar de manera violenta en Puerto Príncipe (Haití). EFE

Decenas de manifestantes fueron registrados este miércoles al protestar de manera violenta en Puerto Príncipe (Haití). EFE

Por: Puerto Príncipe / EFE -

La crisis política y económica en Haití continúa recrudeciéndose este jueves, ocho días después de que iniciaran las violentas protestas en contra del Gobierno del presidente del país, Jovenel Moise, quien permanece en silencio.

Las manifestaciones iniciaron el pasado 7 de febrero, coincidiendo con el segundo aniversario de la llegada al poder de Moise, cuya dimisión reclaman los manifestantes, quienes se han lanzado en masa estos días a las calles de Puerto Príncipe y de otras ciudades del empobrecido país caribeño.
Muchas personas han salido a las calles en busca de agua y comida, en medio de una tensa calma, mientras los promotores de las protestas han advertido de que continuarán, pero pasado el mediodía de este jueves aún no se habían registrado.
La capital, Puerto Príncipe, sigue paralizada con las escuelas y los bancos cerrados, así como los negocios y las estaciones de combustibles, que temen más saqueos como los que se han producido en estos días de protestas, en las que al menos nueve personas han muerto en los violentos disturbios.
El transporte en la capital sigue precario, con solo motocicletas ofreciendo servicio, mientras las calles que comunican a Puerto Príncipe y seis departamentos están bloqueadas.
"Necesito agua para mis niños y hoy voy a tratar de encontrar para sobrevivir", dijo a Efe Carol Milien, quien afirmó que ya agotó el agua que tenía en las reservas.
La mujer narró que es "muy grave lo que está pasando en el país" y que los pobres "son los que sufren más".
"No tengo esperanza de que estos políticos hagan algo por mi o por el país", dijo un poco resignada Milien.
Mientras las personas están en las calles desesperadas buscando agua y comida, el presidente permanece en silencio desde el sábado cuando hizo un llamado al diálogo, rechazado por los promotores de las protestas, agrupados en el Sector Democrático y Popular, integrado por líderes de partidos de oposición y por grupos populares.

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En una rueda de prensa, el presidente del Senado, Carl Murat Cantave, instó hoy a Moise y su primer ministro, Jean Henry Céant, a hablar a la nación, al tiempo que llamó al diálogo para resolver la crisis.
"Hoy estamos en un momento de crisis y hay que liderar, el presidente y el primer ministro tienen que hablar con el país", dijo, y apuntó que "después de una semana de crisis el país necesita a líderes responsables".
"Tenemos que actuar como responsables en estos momentos difíciles", subrayó el senador.
En tanto, organizaciones de derechos humanos han alertado de las precariedades en los hospitales para atender a los heridos en los disturbios.
La violencia en las calles a causa de las manifestaciones ha obligado a algunas embajadas a suspender provisionalmente algunos servicios.
El único pronunciamiento de la comunidad internacional llegó el fin de semana a través del Core Group, integrado por el representante especial adjunto del secretario general de las Naciones Unidas, los embajadores de Alemania, Brasil, Canadá, España, EE.UU., Francia, la Unión Europea y el representante especial de la OEA, quien llamó a un diálogo para buscar una solución a la crisis política y económica.
Las manifestaciones, que han aumentado la inseguridad en esta nación caribeña y provocado un clima de caos e incertidumbre, se producen en medio de una severa crisis económica, que se agravó este año por una fuerte depreciación del gourde, la moneda oficial, y por la crisis de electricidad derivada de la escasez de gasolina.
La economía de Haití, donde más de la mitad de los 10 millones de habitantes sobrevive con menos de 2 dólares diarios, creció apenas 1,4 % en 2018, una de las más bajas de la región y muy por debajo del 2,2 % que se pronosticó a principios del pasado año y que después fue reducido al 1,8 %.
En sus protestas, los manifestantes también exigen justicia en las supuestas irregularidades en el programa Petrocaribe, a través del cual Venezuela suministra petróleo a este país a precios blandos.
Una auditoría presentada la semana pasada por el Tribunal de Cuentas reveló irregularidades entre 2008 y 2016 en este programa y señaló a 15 exministros y actuales funcionarios que están involucrados en este caso, así como una empresa que dirigía Moise antes de llegar a la Presidencia.

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