Casa Bruja, epicentro de pócimas paradisíacas
Al entrar al bar industrial de Casa Bruja, te internas automáticamente en un submundo de olores paradisiacos y luces tenues. A primera vista, parece que estás en Inglaterra. Entre el metal, la madera, el color negro, el gran cuadro de un chivo y la panorámica de los tanques de fermentación, te desconectas de las cosas pendientes y del ajetreo laboral.
Este bar y centro de producción cervecera 100% panameña es seudoexclusivo, ya que tan solo caben 12 personas, con reserva previa.
Jonathan Pragnell es uno de los brujos mayores, quien hizo un clic sublime con Richard Fernández para componer las más exclusivas y deliciosas pócimas, al mejor estilo "downlow" (bien abajo) de los bares "underground".
El génesis de la Bruja
Pragnell, luego de estar unos años en Estados Unidos entre estudios y labores, conoció en Indianápolis a un maestro cervecero de nacionalidad panameña que lo introdujo en el "hobby" de hacer cerveza casera.
"No sé cómo me enamoré de la cerveza artesanal, pero me empezó a gustar y le di rienda suelta hasta los 25 años".
Luego, en Escocia, trabajó como asistente en una cervecería durante 8 meses y después como maestro cervecero otros 8 meses más.
Retornó a Panamá y comenzó la planificación de Casa Bruja y sus productos. En diciembre de 2013 se realizó la primera producción y no fue hasta enero de 2014 que comenzaron a vender y distribuir sus productos.
Actualmente, producen unos 12 mil litros mensuales, 36 mil unidades en 400 cajas diarias, almacenadas en frío para preservar su sabor y calidad. La producción de cada lote demora al menos 23 días.
"En un negocio de producción, uno no puede empezar chiquitito, en ese nivel es muy difícil pagar la hipoteca de la casa... (risas)".
Las cervezas se deben mantener bien frías, ya que el calor aceleraría el proceso de añejamiento y oxidación, enfatizó Pragnell.
Conjuros y maleficios
Pragnell relató al diario "Crítica" que los nombres no fueron planeados. Estos pertenecen a chistes de infancia o anécdotas amenas de la vida cotidiana.
"Fula lo inventó mi esposa luego de un chiste... Las mujeres en Panamá en los 80 usaban el cabello muy rubio gracias al peróxido de hidrógeno, entonces viene de ahí. Chivo Perro, un chivo que era mascota de Richo, y le decíamos así porque se comía la comida del perro allá en Portobelo. Era un chiste de panas... Teníamos como 14 o 15 años. Sir Francis viene del pirata inglés Francis Drake que murió en Panamá el 28 de enero de 1596, luego de pelear contra las tropas españolas en el Istmo. Y finalmente, Talingo es en honor a la segunda ave nacional de Panamá".
Casa Bruja y la onda 2.0
Esta cervecería artesanal no gasta ni un solo centavo en publicidad. Se han refugiado en las redes sociales, las cuales le han acogido de la manera más fraternal. Su publicidad vive de la gente a la que le gusta el producto, lo prueba y taguea la foto en Instagram/Twitter: @casabrujabrew o Facebook: Casabrujabrewing.
Y de quienes se toman una pinta en la calle y otro le pregunta cuál es esa pinta, y así de boca en boca se pasan el dato.
Pragnell menciona que es una marca bien autóctona, pero que no hay necesidad de ser panameño para que te guste, a la final, son marcas divertidas para brindarle un buen "trip" a los consumidores.
"La gente a tripeado que nosotros mismo hacemos la cerveza que nos gusta. Es un proceso espontáneo".
¡Un buen año!
En 2015, Casa Bruja ha ganado 7 medallas en dos competencias distintas. En Chile, donde se celebra anualmente una de las competencias más importantes del gremio cervecero en Latinoamérica, llamada Copa de Cervezas América, Sir Francis y Chivo Perro ganaron oro, y esta última compitió con más de 100 cervezas y ganó mejor IPA.
Talingo y Chivo Perro ganaron bronce, y Fula y Sir Francis ganaron por su estilo en toda América, en el World Beer Awards en Inglaterra.
"Nos gusta experimentar y hacer cosas divertidas que a la gente le guste. No hay plan per se para 2016".