¡El adiós de Mónica!

Por: -

Eliécer Navarro

Crítica

Los testimonios sobre la bondad, alegría y dedicación al deporte que en vida demostró Mónica Licona de Zepeda, abundaron ayer en la tarde en la iglesia de la Virgen de Guadalupe, en Calle 50, en medio de las honras fúnebres de esta ciclista panameña, quien fuese atropellada el domingo por un conductor que huyó, y que ahora está prófugo de la justicia.

La misa estaba programada para las 2:00 p.m., pero ya a la 1:00 p.m. había una larga fila de amistades, compañeros de pista y otras personas esperando para entrar al templo.

Al final, entre 80 y 100 personas tuvieron que conformarse con esperar en la entrada de la iglesia, para poder así dar el pésame a los familiares cuando ya hubiese terminado la ceremonia.

Las cenizas de Mónica fueron luego llevadas al cementerio Jardín de Paz.

"Ella era un pan de Dios. Un amor en todos los aspectos", contó César Herrera, su tío político. "Le recomiendo a la persona que cometió este accidente que se entregue, por el bien de la familia, y de él mismo".

Las autoridades han puesto una recompensa de $20 mil, que obtendrá quien dé información que ayude a encontrar a Enrique Edwin Jaén Chérigo, el hombre que alquiló el auto con que atropelló a Mónica Licona en la Avenida Balboa, y que fue dejado abandonado en Avenida México, minutos después.

"Mónica fue formada con educación, principios, valores, una joven de buen corazón, siempre le brindó ayuda a los necesitados y había participado en algunos campeonatos para ayudar a causas de la cultura y el deporte panameño", expresó Ileana Turner, abogada querellante en el caso de homicidio culposo agravado, y amiga de la familia Licona.

"Mónica no solo fue una buena hija, sino una buena hermana, buena compañera de sus amigos y buena esposa. Ahora queda una familia desintegrada por la irresponsabilidad de personas que a esas horas de la madrugada utilizaban la Avenida Balboa como si fuera una autopista", sostuvo.

La abogada pidió a la ciudadanía que si tienen información sobre Jaén Chérigo, lo reporten a las autoridades. "Se está colaborando mucho con el Ministerio Público y la Fiscalía Auxiliar", dijo.

Por su parte, el ciclista Hildebrando Díaz, quien fue su primer entrenador cuando Mónica tenía 11 años de edad, pidió a la ciudadanía más consideración de los conductores.

"Han pasado muchos otros casos de ciclistas que han atropellado y han quedado impunes. Pedimos que se proteja al deportista en este tipo de eventos", fueron sus palabras.

Su compañera en las pistas, Daniela Salcedo, pidió tolerancia tanto para conductores como para los propios ciclistas. "El deportista siempre va a necesitar la calle en general, porque uno puede salir desde su casa hasta el sitio donde va a entrenar. Solicito a las personas en general que tengan un poco más de conciencia.

Si ven a un ciclista en la calle, por un minuto que puedan esperar más en la vida, no significa nada. También nos comprometemos a ser más prudentes, porque tiene que ser de las dos partes", dijo Daniela al borde de las lágrimas.

También asistió a la misa el alcalde capitalino, José Blandón, quien aprovechó para aclarar que el accidente no ocurrió en la ciclovía, el carril especial habilitado por el municipio los fines de semana.

"Todo indica que el conductor iba a una alta velocidad. No guardó las precauciones. Mónica ni siquiera estaba en ese momento transitando por la vía, sino por un carril de seguridad pegado al (hotel) Miramar", explicó Blandón.

"Aquí lo que tiene que ir es generándose más conciencia entre los conductores de que no tienen el monopolio de la vía. En la calle tiene tanto derecho a transitar un carro como quien va en una motocicleta, como quien va en una bicicleta", advirtió.



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