Nueva generación de mineros y ambientalistas defienden Cerro Quema
Bultrón recalcó que ha venido a Cerro Quema "a hacer un trabajo bien, para eso he estudiado, no para ocultar nada".
Panamá- "Me siento ofendido, que alguien de afuera venga a hablar mal sin conocer el proyecto", enfatizó a Acan-Efe el especialista en hidrosiembra de la minera Cerro Quema, Eduardo Bultrón, en el campamento de la compañía canadiense en la península panameña de Azuero.
Es consciente de la imagen negativa que la extracción de minerales tiene en el mundo, a lo que no es ajeno el proyecto de la canadiense Orla en las montañas de su país, gran parte de ellas deforestadas para la agricultura y ganadería intensiva sin control, y es claro al sostener que, si esta inversión fracasa, toca emigrar.
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"¡Cómo no voy a cuidar lo que hacemos, si soy parte de esta comunidad, mi esposa es de aquí, quién me va a pagar aquí lo que gano en Cerro Quema, es lo que quisiera preguntarle a los que se oponen sin saber que estamos recuperando y preservando áreas que fueron deforestadas antes, y vamos a seguir haciéndolo", enfatizó.
Graduado en la Universidad Tecnológica de Panamá, Bultrón es uno de los dos panameños de su generación que optó por desarrollar en el terreno los estudios de conservación ambiental que recibió para su licenciatura.
Comenzó a hacer desde los 21 años, hace cinco ya, en las montañas de un área rica en oro, a no más de 150 metros de profundidad y disperso en partículas microscópicas.
Bultrón recalcó que ha venido a Cerro Quema "a hacer un trabajo bien, para eso he estudiado, no para ocultar nada".
"El método que se usará para extraer el oro no causa riesgos de lluvia ácida, ni tampoco de contaminación de los acuíferos de la zona, que están a más de 250 metros de profundidad", según los estudios de prospección efectuados, acotó.
Mediante la técnica de hidrosiembra se han recuperado alrededor de 200 hectáreas, muchas empinadas pendientes, que fueron arrasadas antes y provocaban sedimentación en la zona donde se ubica la mina, terrenos privados que compró la firma canadiense a sus antiguos dueños.
"Es posible armonizar explotación minera y conservación, lo que hay que hacer es dar más divulgación, más educación, el tema minero es nuevo en Panamá, la gente está ignorante, se necesita más inducción en el tema ambiental y minero", apostilló.
Los distritos de Tonosí y Macaracas son los más cercanos al área minera, y prácticamente el 95 por ciento de los 105 trabajadores que hay en la actualidad provienen de esas poblaciones, que han visto mejoras a sus hospitales, a las actividades deportivas, religiosas y festivas por iniciativa de la empresa.