Crítica en Línea
Las emociones de los choques de la Copa Centroamericana se han convertido en una fiesta en la que los jugadores en el gramado no son los únicos protagonistas.
En las graderías del estadio Rommel Fernández también se vive y se goza cada momento durante y después de los choques.
El espectáculo de colores se da fuera y dentro del estadio. Familias enteras gozan de un momento de esparcimiento, gracias al rodar de la pelota en la cancha.
De seguro, en esta copa, las cosas subirán de intensidad según pasen los cotejos, porque la fiesta de fútbol centroamericano acaba de empezar y lo que viene es lo bueno.