Los problemas más frecuentes a la hora de estudiar son:
- Un entorno inadecuado, con constantes vías y llamadas de atención a otras actividades más entretenidas.
- Miedo a que el esfuerzo realizado no tenga los resultados esperados.
- En un momento de agobio y ansiedad, el estudiante no ve la utilidad de los estudios, y prefiere rendirse a intentarlo.
- Las materias difíciles suelen convertirse en una fuente de presión, es decir, aparece la pereza, el aburrimiento, la falta de ganas y de abandono de nuestro plan inicial de estudio.