El 11 de febrero de 1997, en pleno carnavales llegó a Panamá el expresidente ecuatoriano Abdalá Bucaram, quien logró asilo político tras ser destituido por el congreso de su país. Desde entonces, Bucaram ha permanecido en territorio panameño junto a sus familiares.
A cada rato se observa al expresidente suramericano jugando baloncesto y otros deportes con jóvenes panameños.