Aparentemente sus días estaban contados. Ya no reía , ni mucho menos tenía fuerza al andar, manifestó un sujeto quien estaba acostumbrado a ver a este señor, de quien ni siquiera conocía su nombre.
"Por muchos años, ha caminado por este lugar, pero los últimos días temblaba como si un frío lo estuviera consumiendo", dijo.
El hoy difunto, de quien no hay suficientes datos, murió sólo y abandonado, a pesar de la gran cantidad de años que su rostro y cuerpo reflejaba.
El hallazgo del cuerpo exánime se dio a las 8: 50 de la noche de ayer martes en una casa abandona en la calle 69 de Carrasquilla, justo al lado del Palacio del Mueble.
Se pudo conocer que el fuerte hedor anunció a los moradores del área de que algo andaba mal.
El hoy difunto no tenía golpes ni orificios de bala, ni mucho menos de arma blanca, por ello se presume que su muerte fue natural.
Según testigo, el señor era de tez morena, delgado y no muy alto, de unos aproximados 60 años de edad.
Al lugar de los hechos, llegó la secretaria de la Fiscalía, quien realizó el levantamiento del cuerpo a eso de las 10: 00 de la noche del martes.
A este muerto, nadie lo lloró; no tuvo ni quien se lamentara por lo que le había sucedido.
Se convirtió en otro de los adultos mayores que sufren soledad, frío y hambre, sin tener nadie que los anime a seguir.
Hasta el momento, se desconoce el nombre del hoy difunto.
ANCIANOS SUMIDOS EN EL DOLOR
El indigente llevaba años sumido en la tristeza y la soledad, pasando por una enfermedad que no sólo le desgastaba el cuerpo, sino también el alma.