CRITICA EN LINEA 

 

S E C C I O N E S

EPASA EN LINEA

PANAMA AMERICA

DIAaDIA EN LINEA

REVISTA SIETE!


primera plana

portada

al cierre

nacional

política

opinión

economía

el pueblo habla

comunidad

provincias

nuestra tierra

deportes

el mundo

viva

sucesos

 

CRITICA
 
CUARTILLAS
  OPINI�N


Cien

Milciades Ortíz | Catedrático

Han pasado cuarenta y ocho años desde que dejé el Instituto Nacional, con un flamante diploma de Bachiller bajo el brazo. Pero todavía me emociono cuando escucho las líneas del Himno del Alma Mater que nos cobijó por seis años, en dos turnos.

"Altiva a la falda fraterna del Ancón", es la frase que en pocas palabras encierra todo el orgullo de sentirse "aguilucho", de pertenecer a esos miles de halcones que "un día volarán".

Pienso que un sentimiento parecido tendrán egresados de otros colegios secundarios, aunque haber estudiado en el "Nido de �guilas" para nosotros es algo que marcó nuestro destino.

Vivía en la Calle Primera Parque Lefevre. El trayecto era largo, aunque en los años cincuenta había menos buses y no existían los "Diablos Rojos", ni los "pavos".

Valía la pena el esfuerzo. Todo Panamá sabía que la educación que se impartía en el Instituto era buena.

Prueba de ello es que muchos de nuestros profesores... �enseñaban en la noche en la Universidad de Panamá!

No era solamente la acumulación de conocimientos lo que hacía diferente estudiar allí.

Yo calculo que un Bachiller en mi época (generación del cincuenta y nueve), estaba a la altura de un universitario de ahora.

Realmente en el "Nido de �guilas" nos empapábamos de conciencia social. Conocíamos la problemática del país y esto nos hacía llenar de idealismo.

Por eso luchábamos por la plena soberanía en la Zona del Canal.

De allí surgió el propósito de limitar el poder de la Guardia Nacional y valientemente gritamos en las calles "más escuelas y menos cuarteles".

Nos llenaba de orgullo saber que en el año cuarenta y siete el Instituto participó en el rechazo de los Tratados que entregan numerosas bases militares a los Estados Unidos.

Ver las paredes del "Nido de �guilas" con agujeros de balas, era señal de una tradición de luchas por tener un mejor país.

A los cien años de este colegio, es lógico que los tiempos hayan cambiado.

No sé cómo será ahora la enseñanza, pero las manifestaciones violentas de "rebeldes sin causa", dan mala imagen de algunos de los actuales aguiluchos.

Tengo años de no visitar el Alma Mater, aunque siempre la llevo en el recuerdo. El año pasado publiqué una novela que escribí recién salí de allí, llamada "�ltimo Año".

Allí menciono algunas cosas que viví en ese colegio, aunque confieso que se me quedaron "en el tintero" muchas cosas.



OTROS TITULARES

Programa de fomento lechero

Sin embargo, me alimento con "basura"

Administrar una empresa

Cien

Buzón de los lectores

"Levántame, que estoy caído"

Políticos y encuestas

 


 

  

 

linea
linea gris
 

   copyright © 1995-2007, CRITICA EN LINEA
todos los derechos reservados