Al grito de "�Fidel!" y "�Se siente, el 'Che' está presente!", un millar de personas recibió el sábado al presidente cubano Fidel Castro en la casa de la infancia del mítico guerrillero Ernesto 'Che' Guevara en Alta Gracia, a 40 km de la ciudad argentina de Córdoba.
Castro llegó a la vivienda vestido con su uniforme verde olivo y acompañado por su amigo y mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, quien también fue vivado por los manifestantes, la mayoría vecinos del lugar, que esperaron pacientemente tras las vallas varias horas a los visitantes.
La tranquila villa serrana, de casas bajas construidas sobre la ladera de un cerro, se conmocionó con el ulular de las sirenas de las motocicletas y camionetas de la policía, que anticiparon la llegada de los numerosos automóviles que transportaron a los mandatarios, funcionarios y custodios.
"�Olé, Olé, Olé, Fidel, Fidel!", "�Aguante comandante, aguante Chávez!", voceaban los cordobeses, entre ellos varios ancianos que habían cursado la escuela primaria en Alta Gracia con Guevara y que sirvieron de guía de parte del recorrido de la casa, donde funciona un museo desde 2003.
Aprovechando el sol de una cálida jornada invernal, los mandatarios se detuvieron un rato en el jardín para comentar una simpática escultura del plástico cordobés Luis Hourgras, y que muestra al Che, cuando aún era Ernestito, sentado en el muro de la galería, con sus largas y delgadas piernas colgando y un mechón de pelo que cae rebelde sobre su frente.
Castro y Fidel fueron recibidos por la encargada del Museo, Eva Ventre, y permanecieron alrededor de una hora en el interior, adonde recorrieron las habitaciones, entre ellas el dormitorio del guerrillero donde se guardan su cama y su ropero.
"Hemos vuelto a vivir un pedazo de nuestra vida. Hoy más que nunca el Che se estará acordando de nosotros y nos estará mirando desde algún lugar", dijo a la AFP Carica Ferrer, un hombre de cabello cano y sonrisa generosa, que acompañó a Guevara en su primer viaje por América Latina.
Ambos recorrieron 4.000 km a bordo de una bicicleta con un pequeño motor, cuya réplica puede verse en el comedor diario de la vivienda.
Ferrer, quien estaba exhultante y no podía creer lo que estaba viviendo, aseguró que "Fidel está fantástico, muy lúcido, muy bien" y reveló que no había obervado signos de emoción en el rostro del cubano, próximo a cumplir 80 años.
"No se emocionó porque es un tipo muy duro", dijo Carica y apuntó que los presidentes se entusiasmaron con reconstruir el caprichoso itinerario del guerrillero en América Latina y por eso viajará a Caracas junto a otro entrañable amigo del Che, Antonio Granados, quien reside en La Habana.
A pocos metros de la casa de estilo inglés, Roberto Baigorria (41 años), aguardaba impaciente la llegada de los presidentes con el mate (infusión típica local) en la mano.
"Vengo a verlo a Fidel porque yo siento que este viaje es como una despedida y lo importante es que viene entero, de pie", dijo a la AFP Baigorria, junto a su anciana madre y su hijo de cuatro años.
La familia Guevara residió en Villa Nydia entre 1932 y 1943, es decir, entre los 4 y 15 años de Ernesto, y constituye el lugar en el mundo donde el ex lugarteniente de Castro vivió durante más tiempo.
Los Guevara se trasladaron a Alta Gracia atraídos por el clima de la sierra, favorable para el asma severo que le diagnosticaron al Che a los 2 años. Allí hizo la escuela primaria y la secundaria y tuvo su primer trabajo como empleado público y su primer amor.
El número de visitantes del Museo se incrementa año tras año, en especial extranjeros, y en la temporada del verano austral visitan la casa entre 50 y 600 personas por día, dijo a la AFP la encargada de la institución.
