Buena la faena deportiva del pasado viernes en la mañana en el estadio Rod Carew de Aguadulce. Los pequeños disfrutaban una vez más del juego... en especial los visitantes, los niños de Puerto Caimito que sueñan con ser como Mariano y Rubén Rivera, dos grandes ligas extraídos de ese sector dedicado a la pesca y en donde la esperanza es la eterna compañera.
A todos esos niños de Puerto Caimito un abrazo y un beso de parte de Tercer Strike. El béisbol parece ser la medicina a muchos de sus problemas, por eso esperamos que pronto sus problemas de implementos deportivos sean solucionados para que puedan jugar como se debe el mejor deporte del mundo.
La esperanza no se pierde... siempre se lleva consigo a todos lados. Si no hubiera esperanza no hubiera vida y todos debemos de entenderlo de esta forma.
Los implementos no serán los mejores y el campo de juego tampoco, pero por donde han pasado grandes jugadores... saldrán muchos más.
La ilusión de jugar a otros niveles, de usar mejores guantes y bates... la esperanza de tener pelotas adecuadas... esta allí y mientras haya una luz... nunca morirá.
Los niños de Puerto Caimito tienen serios problemas con el campo de juegos... almohadillas de saquitos de arroz son ubicadas para el recorrido en los senderos. Las pelotas Kenko Ball son una especie rara en extinción. Es la pelota ideal para menores de 11 años, pero no se pueden tener...
Hablaba con uno de los instructores de la liga infantil de Puerto Caimito y me contaba de algunos problemas. Este sábado entrenan a las 10:00 a.m., primero Dios por allá andaremos, para conversar, dialogar y llevar unas pelotas y bates.
El juego de béisbol es puro, es lindo y hermoso. Jamás se le puede decir no a los niños... ellos merecen jugar el béisbol por esencia. Cada niño que deja de jugar al béisbol, deja un dolor abismal en su majestad... El béisbol es de todos y para todos. No hay sexo, edad, religión... el béisbol es universal.