Ojalá no se imponga el criterio de permitir el nombramiento de un uniformado como director de la Policía Nacional. La lucha contra la delincuencia no lo requiere y, por los traumas del pasado-que la corrupción y la falta de justicia no nos dejan superar-una reforma en esa dirección no conviene al país.
El presidente Torrijos sabe que la mayoría ciudadana repudia el pasado militarista. �Para qué va a insistir sobre un aspecto que genera suspicacias en la población?
En la época actual, la seguridad pública se fundamenta en las labores de "inteligencia" para prevenir el delito. Para preservar la seguridad ciudadana, no son necesarios ni la parafernalia, ni los aparejos, ni los rangos ni los entrenamientos militares. Lo que se necesita es conocimiento, información y capacidad de respuesta.
Señor Presidente: No le abra las puertas al militarismo. No anuncie ni tome medidas que producen "incertidumbre y zozobra", como dijo usted en su discurso.
Recuerde sus propias palabras el 1 de septiembre: "Un Presidente puede buscar el camino de gobernar con imposiciones y sin escuchar a nadie. Puede llenarse de caprichos, menospreciar las preocupaciones de la gente, y tomar decisiones sin explicarlas."
Usted nos dio a entender que ése no es su estilo. "Tengan la seguridad de que respetaré y escucharé las opiniones de la oposición." La oposición, que es mayoría ciudadana, no quiere a un uniformado al frente de la Policía ni quiere un retorno al militarismo. No lo olvide.