Mientras la policía prepara sus próximas acciones sobre la desaparición de Madeleine McCann, tras declarar sospechosos a los padres de la niña británica, el giro que ha dado el caso divide ya a las opiniones públicas lusa y británica.
Al igual que el matrimonio McCann, que permaneció recluido en su casa alquilada del Algarve portugués, las autoridades portuguesas guardaron silencio sobre las medidas legales que adoptarán en los próximos días, que pueden ir desde nuevos interrogatorios hasta órdenes de prisión preventiva.
Pero en las calles de Praia de Luz, donde desapareció Madeleine el 3 de mayo pasado y donde residen ahora Kate y Gerry McCann, y entre las decenas de periodistas que montan guardia ante su residencia.