Fui a ver una película inglesa buscando disfrutar de un momento de esparcimiento y curioso por el argumento. Cuando salí, tenía un sabor amargo en la boca y la conciencia. Es más, quedé preocupado por la reacción de algunos espectadores.
La película se refería a una anciana que es empleada como doméstica en una familia de clase media.
Ella se identifica con sus patrones y decide protegerlos de malos vecinos y cualquier problema que puedan tener. Realmente eso no es malo...
Lo que sí es negativo es que esa anciana en su juventud mató a su pareja y a la amante de él. Estuvo encerrada por años en un manicomio hasta que, vieja, la dejaron libre.
Y varios de los vecinos molestosos mueren y desaparecen en forma extraña.
Hasta allí se trata del argumento de una película. Lo que no me gustó fue que al final, cuando la dama elimina a dos humildes empleados de aseo, el público reaccionó riéndose de estos asesinatos en serie.
Grandes y jóvenes salieron del cine disfrutando de lo que pensaron era una comedia, aunque para mí fue una tragedia.
No creo que deba causar risa el asesinato de nadie, aunque se dé en una película, que uno sepa que no es verdad.
Me puse a meditar sobre esta actuación. Tuve que aceptar que a lo mejor se debió a que muchos panameños están "saturados" de ver muertos todos los días, en los medios de comunicación.
Esa triste realidad panameña ha insensibilizado a ciertas personas, lo que no es positivo.
Nunca aceptaré que matar a otro, aunque sea en una película, sea un chiste.
Lo peor del asunto es que en la vida real no sería de extrañar que haya personajes como la vieja asesina en serie de esa película inglesa.
Claro que respeto la libertad de expresión que tienen los que hicieron esa película. A lo mejor yo no entendí el mensaje que querían transmitir, o sea una persona "mojigata" que no busca algo gracioso en los hechos más negativos.
Acepto esas críticas, pero seguiré sosteniendo que las películas como instrumentos de comunicación masiva, pueden influir en la manera de ser y pensar de algunos espectadores.
La asesina de la película se ve muy tranquila, demostrando que no siempre hay justicia, ni siquiera en el cine.
Y sería conveniente señalar que no todas las películas que se exhiben en Panamá tienen mensajes positivos, como debería ser. Hay que tener cuidado, no vaya a ser que esos filmes les metan malas ideas a más de uno...
