La selección holandesa cerró ayer su clasificación matemática para la Eurocopa de Austria y Suiza 2008, al superar por la mínima a Luxemburgo, un rival que pudo salir goleado de su visita a Rotterdam, pero que finalmente perdió sólo por un gol, marcado por Danny Koevermans en la primera parte (1-0).
Los visitantes, incluso, sólo tuvieron una ocasión en todo el partido, pero su primer y único acercamiento ofensivo, ya en el minuto 89 y protagonizado por Sebastian Remy, asustó a los aficionados naranjas hasta que el balón acabó en las manos del guardameta Edwin Van der Sar.
No hubo sorpresas en el estadio De Kuip. Allí, el duelo cumplió con el guión previsto, marcado por la abismal diferencia de calidad entre una y otra selección, como demostró la primera parte. Fue un monólogo naranja.