Alemania goleó ayer a Chipre por 4-0 en partido de eliminatoria para la Eurocopa que ya solo tenía valor estadístico y en una noche mágica de Lukas Podolski que participó en todas las jugadas de gol.
El meta chirpriota Georgalides tocó por primera vez el balón en el minuto 2 y fue ya para sacarla del fondo de la red. Alemania había salido a matar y su recurso preferido iban a ser las incursiones por la banda izquierda, en las que a Lukas Podolski, jugando como centrocampista, se le había adjudicado un nuevo papel.