En las tierras altas de la provincia de Herrera y en medio de un pintoresco paisaje aparece este peculiar personaje, Pedrito, como lo conocen todos en Chepo de Las Minas, su tierra natal. Es un pequeño, que a pesar de la difícil situación de pobreza por la que atraviesa su familia, se levanta cada día, muy cerca de su compañero inseparable, el caballo "Vicente", que va con él a los parajes más insólitos de este lugar.
Con sus pies descalzos, una sonrisa amiga y una gorrita con la que se cubre de las horas de sol, Pedrito carga en su caballo desde pasajeros, libros y cuadernos para la escuela, hasta productos para la venta, y a la corta edad de siete años, ya sabe lo que es trabajar para vivir, lo único que hace más liviana su carga es su caballo, al que define como un amigo inseparable.
Dice que es una herencia familiar y contar con él, le ha ayudado a desplazarse de un lugar a otro con más facilidad por este camino inaccesible, sobre todo durante la temporada lluviosa. Y para quienes pensaban que el perro era el mejor amigo del hombre, el caso de Pedrito y este caballo hace la diferencia, ya que este animal no va a ningún sitio sin su pequeño compañero.
Pedrito, quien se levanta muy temprano para asistir a la escuela, se traslada en el caballo a todos los sitios y, además, comparte con él juegos y diversión, aparte del cansancio, luego de las largas jornadas de trabajo en la venta de piñas y otros productos con los que colabora para su alimentación y estudios.