Una adecuada ingesta de proteína en la infancia y la pubertad, contribuye a la adquisición y preservación de la masa ósea. Se recomienda de 3-5 onzas de carnes, 1 huevo y 2 productos lácteos al día: leche, queso, etc.
El calcio es el mayor componente del tejido óseo y se deposita en forma de un complejo mineral llamado hidroxiapatita, que le da fortaleza a los huesos.