El palo y el puerco ensebado son una tradición que se está perdiendo en algunos pueblos, pero los antoneros decidieron recuperarla en el mes de noviembre.
Para ellos, el mes de la patria, es el mejor momento para disfrutar de un palo y de un puerco ensebado, y para realizar esta actividad, escogieron el parque 15 de enero. Este fue el escenario perfecto que abarrotó el parque, ya que todos querían subir el palo ensebado.
El palo ensebado tenía una gran cantidad de premios y por ello, niños y adultos querían subirlo para lograr los premios. Fue difícil, pero al final del día lograron subir el palo y obtuvieron los premios que se dividieron entre más de cinco personas, que lograron armar un equipo para llevarse el gran premio.
Pero cuando subieron el palo ensebado y tomaron los premios, todos corrieron detrás de los puercos ensebados que corrían por todo el parque tratando de escapar de niños y adultos que querían el premio mayor.
Había dos puercos, uno para los niños y otro para los adultos y por su puesto, cada grupo por separado inicio la corredera para capturar al puerco. Al final de la carrera, un niño se llevó el puerco y un adulto gritó yo comeré lechona.
Estas actividades en Antón van a continuar según dijo Napoleón Patiño, uno de los organizadores, ya que según él las tradiciones no se pueden perder y ellos las van a recuperar todos los noviembre de cada año.