Justicia, piden familiares de pareja asesinada a machetazos antes de sepultarlos

José Vega Atencio, familiar de la pareja asesinada a machetazos, dijo que piden justicia para que le caiga todo el peso de la ley a la persona que acabó con la vida de Dimas y Maribel.
Vistas del sepelio en Veraguas.  Foto: Melquiades Vásquez

Vistas del sepelio en Veraguas. Foto: Melquiades Vásquez

Por: Melquiades Vásquez / Web -

En medio del  dolor y consternación los familiares de Dimas SantosMaribel Pinto de Santos, le dieron el último adiós a esta pareja en el cementerio municipal de Atalaya, provincia de Veraguas.

La pareja fue asesinada a machetazos en la víspera de Navidad cuando se disponían a cenar por un sujeto de 20 años residente en la comarca Ngäbe Buglé y quien gozaba de su confianza de ambos y a quien solo le mostraron su amistad.
José Vega  Atencio, familiar de la pareja asesinada a machetazos, dijo que pide justicia para que le caiga todo el peso de la ley a la persona que acabó con la vida de Dimas y Maribel.
En tanto Alexis Medina, fiscal de homicidio de Veraguas, dio a conocer que las investigaciones apenas están iniciando, ya que el presunto asesino de la pareja fue trasladado al hospital Santo Tomás en la ciudad capital la misma noche del crimen debido a que su condición era de gravedad ya que intentó quitarse la vida.

Durante el sepelio de la pareja en Atalaya  algunos familiares y testigos informaron que el sospechoso del crimen había intentado quitarse la vida en varias ocasiones con sustancias venenosas que utilizan en las finca para combatir la maleza, pero estas personas bondadosas no lo permitieron y lo ayudaban dándole consejos para que desistiera de esas pretensiones.

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Israel Robles, familiar de la pareja ultimada aprovechó la oportunidad para pedir a las autoridades que los hechos sean esclarecidos y que la persona sospechosa pague por el crimen que cometió.
Dimas Santos, un hombre de 47 años y su esposa Maribel Pinto de 45 años, eran humildes y amistosos, pero sobre todo muy trabajadores. Ellos cuidaban desde hace 21 años la finca en la que fueron asesinados, la cual se ubica en la comunidad de Los Morenos, en el distrito de San Francisco y eran de mucha confianza para sus patronos.

Los dos de sus hijos menores de la pareja, una niña de 13 y un niño de 10, presenciaron todo lo que esa tarde ocurrió.

De acuerdo a las informaciones suministradas se salvaron de morir, porque salieron huyendo y lograron llegar hasta una vivienda donde pidieron auxilio.

En Atalaya todo el mundo quería a esta pareja por ser gente buena y bondadosa, por lo que es la propia comunidad la que exige que se haga justicia.

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