A las once y minutos de esa mañana, parecía que estuviera en el paraíso. Estaba en la pista de aterrizaje de Volcán disfrutando de un fresco agradable, una vista hermosa de las montañas y un sol delicioso.
De repente vemos un joven acercarse en bicicleta. De inmediato nos pusimos en alerta, influidos por la violencia que se vive en Panamá en estos momentos.
El joven con rasgos indígena me preguntó: "�Señor, usted tiene plata?".
Varios pensamientos llegaron a mi mente ese cinco de enero, relacionados con eso de que "si tengo plata".
Pensé que solamente unas semanas atrás, unos jóvenes de tercer año de Periodismo insistieron en que les dijera "�cuánto ganaba de salario en la Universidad?", cosa que me molestó.
También recordé que en varias ocasiones ese deseo necio de saber mis ingresos, lo han expresado otras personas. Pienso que algunas envidian lo que he logrado tener luego de trabajar sin parar desde los dieciocho años.
Por eso le contesté al joven indio "Sí, me la gané trabajando" y nos fuimos rápido hacia el auto. Quedó perplejo el preguntón...
Siguiendo con mis pensamientos sobre dinero y trabajo, recordé que hay panameños flojos, que no quieren "agachar el lomo" como dicen en los cafetales de Bambito, Cerro Punta.
Mientras que en otros países desarrollados existe una "cultura del trabajo", en Panamá para algunos trabajar desde temprano significa que se está mal económicamente. Sienten verg�enza de que sus hijos tengan que trabajar y lo sepa el barrio.
Mi padre decía que el trabajo honrado no debía dar pena. Pena habría que tenerla si era plata mal habida...
Como dijo una Trabajadora Social panameña hace poco, el trabajo "educa para la vida".
Claro está que se debe aspirar a ganar un buen sueldo. Panamá tiene una horrible distribución de la riqueza.
Mientras diputados que poco hacen ganan miles al mes, muchos compatriotas apenas consiguen plata para comer "mal que bien".
Tiene que molestar a muchos enterarse de las decenas de funcionarios que ganan diez mil balboas al mes y su rendimiento no siempre es el adecuado.
Hay que advertir que eso de buscar el "dinero fácil" en las drogas, robos, peculados, etc., casi siempre conduce a la cárcel. Luego aparecerán los abogados habilidosos, inventando todo tipo de recursos para que no vaya a la cárcel el maleante.
Bueno, �por qué me preguntó eso el joven? Quería que le cambiara un billete de veinte dólares...
