No ha empezado el año escolar y desde ya comenzamos a ver y escuchar las sutilezas de los sagaces dirigentes magisteriales, prontos a torpedear pero lerdo para cumplir con sus obligaciones, politizándose sin importar que a quienes afectan y perjudican son casualmente los que reciben su luz; la población estudiantil. Si no son las sillas, los tableros o sus aumentos, son las querellas, sus perezas y la gula por más privilegios. El horario de trabajo de los maestros y profesores les permitetrabajar en la mañana en escuelas particulares, en la tarde en escuelas oficiales y en la noche en las universidades.
Todos los maestros que egresan de la escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena, salen preparados para dictar clases en todos los grados de las escuelas primarias. Los dirigentes magisteriales saben que todo en educación requiere de trámites y procesos, y muchas veces esos trámites son los que amparan a docentes directores de centros educativos y a los profesores cuando cometen exabruptos contra el estudiantado o contra los fondos del FECE son separados de sus puestos y trasladados a otras dependencias del MEDUCA. Igualmente los proceso de nombramientos se hacen largos, máxime cuando muchas veces no están las partidas para los nombramientos, y ni hablar cuando instan a las autoridades judiciales a dilucidar y analizar advertencias de ilegalidades. Lastimosamente los dirigentes magisteriales y los profesores "calienta cabezas" conocen muy bien de sus privilegios pero se hacen desconocer de sus deberes y obligaciones y se dan a la tarea de estropear con demandas, denuncias y huelgas las expectativas de muchos estudiantes y educadores.
Es hora ya que el país, que los panameños, que los estudiantes, que los padres de familia y la comunidad en general impida que los educadores de este país sigan festinando con los dineros de todos y con la formación y educación de nuestros hijos.