El Senado de EEUU, bajo control demócrata, aprobó una medida para la retirada de las tropas de Irak para antes de abril de 2008, lo que asegura una confrontación con el presidente George W. Bush, que ha prometido vetarla.
Con 51 votos a favor y 47 en contra, la oposición demócrata logró sacar a flote una medida de gastos suplementarios para la guerra por 122.000 millones de dólares que, entre otros elementos, pide que la retirada de las tropas quede completada para el 1 de abril del 2008.
Los demócratas, opuestos a una escalada del conflicto en Irak, hicieron caso omiso a la reiterada amenaza de Bush de que vetará cualquier medida que imponga un cronograma para el repliegue de los soldados en Irak.
Antes de la votación, el mandatario estadounidense dejó claro de nuevo a los congresistas que vetará "cualquier proyecto de ley que imponga restricciones a nuestros comandantes sobre el terreno en Irak, o un proyecto de ley que no financie a nuestras tropas o que tenga demasiados gastos" no relacionados con la guerra.
Bush no quiere ataduras ni condiciones, pero es precisamente lo que ha conseguido del Congreso.
La semana pasada, la Cámara de Representantes aprobó una medida de gastos por 124.000 millones de dólares que exige la retirada militar para antes de septiembre de 2008.
Ambas medidas tienen que ser armonizadas en un proceso bicameral para lograr un solo texto final que sería enviado al despacho presidencial. Si Bush veta la medida, ambas cámaras necesitarán la aprobación de dos tercios para superar ese bache.
PROBLEMATICA
Meses después de que Bush anunciará su estrategia político-militar, los demócratas responden con una medida. Por un lado, los demócratas tomarán el riesgo de ser los arquitectos de una retirada prematura y, por otro, Bush apuesta a que podrá mantener unidos a los republicanos en esta lucha de poderes.