Utilizando la complicidad de la madrugada, un grupo de sujetos, hasta el momento desconocidos, irrumpió en la casa del señor Wilder Rodríguez, de 32 años, donde en medio de un forcejeo lo ultimaron de un disparo en el pecho y luego violaron a su compañera sentimental, antes de robarle su celular y dinero en efectivo.
La tranquila comunidad de Burica Centro, área cercana a las fincas bananeras de Puerto Armuelles, en Barú, amaneció ayer intranquila con el suceso, que todos conocieron desde tempranas horas, cuando empezaron a llegar los vehículos policiales a la escena del crimen.
El cuerpo de Wilder, sin camisa y sólo con un pantalón negro y botas de caucho, estaba boca arriba sobre la hierba, en el patio trasero de su casa.
El crimen se produjo fuera de la residencia, donde dormía su esposa, de 17 años, y una pequeña hija de los dos.
Por el lateral derecho de la propiedad, un espacio grande entre la cerca de alambre de púas, se señalaba como el posible lugar por donde los maleantes pudieron entrar y salir sin problemas para perpetrar el crimen, que quizás ya habían planeado desde hace mucho tiempo.
Fueron momentos de terror los que tuvo que vivir la joven de 17 años, como lo narró a las autoridades del Ministerio Público y de seguridad que realizaban el levantamiento del cuerpo y buscaban piezas claves que acerquen a la ubicación de los homicidas y violadores.
Ella fue enviada hacia el Instituto de Medicina Legal, en la ciudad de David, para certificar el acto de violación carnal, mientras que el cuerpo de su esposo tuvo que ser trasladado hacia la morgue del Hospital Dionisio Arrocha, de Puerto Armuelles, para la autopsia de rigor.