Tres agentes policiales fueron condenadoscada uno a cumplir diez años de prisión, según un fallo emitido por el Segundo Tribunal Superior de Justicia.
El fallo condenatorio fue proferido en contra de Mario Aizprúa, Luis Carlos Villarreal y Carlos Troaño, vinculados al crimen del trabajador César Augusto Gálvez.
El trabajador pereció en la noche del 14 de abril del 2001, en el Distrito de Chepo, tras ser muerto a tiros por los agentes de la Policía Nacional en un confuso incidente registrado en ese sector.
La audiencia fue en Septiembre de 2006.