Lidia Abrego y Luis Contreras, dos de los sobrevivientes de la tragedia del Bus Mano de Piedra-Corredor, que se incendió aquel 23 de octubre del año pasado, no pierden las esperanzas que se les haga justicia.
La enfermera Lidia y el ebanista Luis Contreras, son dos de los panameños que salvaron la vida aquel 23 de octubre, donde 18 panameños fallecieron calcinados por las llamas.
Por esa razón, junto a su abogado Víctor Martínez acudieron ayer al Arzobispado, ubicado en el sector de Carrasquilla, donde dialogaron con las autoridades religiosas, en especial con Monseñor José Domingo Ulloa.
Martínez, dijo a Monseñor que está sorprendido por la manera con que la Fiscal Primera de Circuito, Zuleika Moore ha trabajado en este caso, donde solo pidió el encausamiento de tres personas, incluyendo el mecánico Edwin Jiménez, obviando otras pruebas incluso un peritaje.