La mayoría de los hombres les gusta estar ultra arreglados, bien peinados pero sobre todo, olorosos. El problema en muchas hombres es que el perfume no dura mucho tiempo, por lo que tienen que volver a retocar su aroma.
Los motivos pueden ser varios, pero quizás con algunos de los consejos que vamos a comentar se puede poner remedio o al menos alargar un poquito más el aroma de las fragancias favoritas.
Lo que debes saber es que el perfume al entrar en contacto con la piel se convierte en un olor único, personal e intransferible, nunca dos personas con el mismo perfume aplicado sobre su piel se les sentirá igual olor, unos serán más intensos y otros más suaves.
La responsable de que esto ocurra es nuestra piel y más exactamente los niveles de pH y grasa que para este caso en particular influyen en la duración e intensidad de nuestro perfume. De esta manera las personas de piel grasa nunca deben abusar de los perfumes muy intensos y fuertes, ya que se fijará con facilidad en la piel y su intensidad puede acabar resultando excesiva.
Por el contrario, las personas de piel seca tienen el inconveniente de que su piel no interactúa con el perfume de la misma forma que vimos anteriormente y su duración e intensidad es mucho menor. Lo mismo ocurre si estamos en un ambiente seco o húmedo, ya que los ambientes húmedos conservan a la perfección la fijación del perfume, mientras que si el ambiente es excesivamente seco el perfume se evaporará con gran rapidez.
�QUE HACER?
Para las personas de piel lo recomendable es aplicar aceite corporal o alguna crema hidratante por la zona donde se va a aplicar el perfume. Esto hará que su absorción sea más lenta y su duración también será mayor.
Otra recomendación es aplicar el perfume al salir de la ducha, con el cuerpo húmedo, sin estar seco del todo. Al aplicar el perfume con los poros más abiertos, conseguiremos que penetre más y su duración e intensidad no disminuya tan drásticamente. También se puede aplicar el perfume en zonas donde la temperatura coporal suele estar un poco por encima de la media, como el cuello, la cara interna de los brazos, las muñecas, la zona posterior de las orejas.