Cuando llegué esa mañana del viernes al salón de primer año de Periodismo, noté una algarabía fuera de lo normal.Pensé que estaban celebrando algo especial, cosa que no es raro en los jóvenes.Al saludarlos noté algunos rostros con angustia y temor. Me gritaron que habían sido víctimas de brujería y mostraron un bulto de plumas y un huevo.
Dijeron que dos nombres de estudiantes del curso habían aparecido junto a los misteriosos objetos.
Recordaron que meses atrás encontraron en el techo un envase que piensan que tenía orines.
Traté de calmar a los jóvenes con una explicación sociológica del fenómeno de la brujería. Me referí también a la celebración en Panamá de esa festividad norteamericana llamada Halloween (Día de las Brujas).
Realmente fue difícil la clase, porque el incidente tenía nerviosos a los muchachos. Incluso, luego que uno tuvo la iniciativa de conseguir una escoba y barrer esas "cosas", la calma no llegaba al grupo. Luego unos alegaron que fue una "broma". (?).
Me permití recordar que hace años al allanar la Policía un sitio de brujería, se encontró "un trabajo" que le hicieron a un conocido periodista. Pero eso no apaciguó los ánimos.
También me referí a que muchas personas en Latinoamérica creen en brujería. Les advertí que si uno tiene fuerza de voluntad para no aceptar eso, no sufrirá ningún hechizo.
En realidad la brujería es algo común aquí y en otros pueblos del mundo. Y aunque no lo crean, hay personas muy estudiadas que la usan de vez en cuando.
Ahora incluso se le encuentra en Internet.
Políticos, comerciantes, jóvenes enamorados (as), personas disgustadas, funcionarios públicos la emplean.
No siempre resulta, como es lógico suponer. A Noriega no le resultó. Supe que durante la lucha contra la dictadura, algunos usaron "los poderes" de brujos(as) para combatir a los dictadores.
Hay personas que gastan bastante dinero en arreglos para mejorar la suerte en lotería y negocios, atrapar y controlar al ser amado, etc.
Supe que en Cuba se han hecho trabajos para evitar la muerte de Fidel Castro...
Crea usted o no en esto, lo cierto es mejor no meterse con esas personas. Algunos "brujos" se aprovechan de la inseguridad de otros para atacarlos sexualmente.
Sobre esto me dijo el bellaco Cholito Mesero de Santana que "yo sí creo en brujería. Y si quiere convencerse que existen brujos y brujas, nada más tiene que darse una vueltecita por la Asamblea".
