En Capira cuando se grita �iguana! es porque se ha visto el rabo. Con esa proximidad a la verdad, los estudiosos de los cambios sociales en Panamá debiesen decir qué es lo que está pasando.
Me explico: En octubre del 2009 entre Colombia y Panamá, aceptaron tener once bases aéreo navales gringas en puntos de sus respectivos territorios. Muchos apoyamos estas bases porque sabemos que el narcotráfico casi dominó al estado colombiano en los tiempos de Pablo Escobar, a Jalisco a punto de rajarse y al Panamá de hoy con más de 120 pandillas dedicadas a lo mismo (con aprox.1600 efectivos).
En economía sabemos que la demanda determina la oferta. La fuerte cantidad de coca requerida por europeos y gringos es tal, que si no cooperamos puede provocarse un revolcón social sin precedentes en nuestros países cuyas mayorías sobreviven en un mar de pobreza que ya roza el 60%.
Es tan grave la situación, que ni el ejercito mexicano parece poder con los apertrechados carteles de las drogas.
"Burrochavistas" locales atornillados mentalmente entre 1917 y 1989 (triunfo bolchevique y debacle del muro de Berlín), consideran gracias a su seudo religión marxista, que estas bases son para atacar al necesario Chávez; cuando los enemigos del morocho luego de 10 años de chambonadas folclóricas son: El peligro sanitario por la falta de baño, la carencia de agua potable, la insuficiente energía eléctrica, la extrema pobreza y la delincuencia rapaz que hace olas.
Tendría que acabarse la demanda mundial por drogas, para no estar de acuerdo con estas bases. Por el momento Méjico �asusta!. En Colombia 3 millones de labriegos viven desplazados dentro de sus propias fronteras, por culpa de las metrallas y cañonazos entre el gobierno y las bandas armadas, que también se enfrascan entre ellas por tumbes y territorio.
En Panamá país de transito, la fiesta del terror y sus actores comienza, como sería si nos hacemos los locos, sabiendo que los rabazos que podríamos recibir son de una iguana hasta la tuza en huevos.