No siempre han sido ricos y famosos. Estrellas de Hollywood como Tom Cruise, Leonardo DiCaprio, Halle Berry o Jennifer Hudson antes de alcanzar contratos millonarios y vivir rodeados de riqueza, tuvieron una infancia llena de sombras y una adolescencia con trabajos mal pagados y viviendo en condiciones muy precarias.
Por ejemplo: la familia de Tom Cruise no tenía apenas recursos y, como muchos de sus compatriotas, se tenía que trasladar continuamente a lo largo y ancho de Estados Unidos para encontrar empleo. El, ahora, rico actor pasó por 15 colegios y sus padres se separaron cuando él tenía 15 años, quedando al cuidado de su madre. Menos mal que el cine hizo que pudiera salir de aquellas caravanas donde pasó su infancia.
El mismo tipo de caravanas en las que vivió Jim Carrey con su familia. O los miserables refugios que Halle Berry tuvo que habitar de pequeña; o Daniel Craig, que dormía en bancos mientras se abría camino en la interpretación. Hilary Swank ha reconocido que "no sabía que un parking de caravanas era un lugar de gente de pocos ingresos".
Leonardo DiCaprio creció en un suburbio de drogas y prostitución en Hollywood, hasta que un cazatalentos lo descubrió. Sarah Jessica Parker vivía de los subsidios sociales hasta que sus trabajos infantiles de publicidad comenzaron a reportar ingresos a su familia. De manera similar, transcurrió la infancia de Jennifer Hudson, en un suburbio de Chicago y con esporádicos trabajos en un Burger King. Igual de terrible fue la infancia de la protagonista de la serie de televisión "Anatomía de Grey", Ellen Pompeo, después de que su madre muriera de una sobredosis.
Atrás han quedado estas historias de infancia y adolescencia que parecen sacadas de libros. El destino les hizo nacer pobres, y la suerte les ha convertido en millonarios con el paso del tiempo.
En los casos más difíciles, como el de Oprah Winfrey, quien sufrió maltrato y abusos, es aún meritorio el esfuerzo. �Quién diría que sería la mujer más influyente de 2008?