Brasileño Robert Scheidt, un récord que tendrá que esperar
El brasileño Robert Scheidt ha estado cerca de convertirse, y precisamente en su país, en el deportista que más medallas de vela acumula en la historia de los Juegos, pero no ha podido superar en Río el tope de cinco registrado junto con su compatriota Torben Grael y el británico Ben Ainslie.
El veterano regatista, de 43 años, tiene ahora la oportunidad de plantearse batir la marcar en los próximos Juegos, en Tokio 2020, y para entonces con 47 años.
Scheidt, que fue en la ceremonia inaugural de Río 2016 el que hizo el juramento olímpico en el estadio Maracaná en nombre de los atletas, logró hace cuatro años en Londres 2012 su quinta medalla, la de bronce en la clase Star.
Para la cita olímpica de su país, al no estar en el programa ya el Star, ha competido en la Láser Standard y ha tenido favor el que conoce a la perfección los campos de regata de la bahía de Guanabara y sus complicados vientos de intensidad cambiantes y con continuos roles.
El reconocido deportista brasileño estuvo siempre en la lucha entre los mejores durante la serie previa de diez regatas y se clasificó como cuarto para la 'Medal Race'.
Para entonces solo tenía opciones matemáticas de ser bronce pues la puntuación no le dio para alcanzar el oro o la plata, pero la medalla estaba a una regata y también la posibilidad de hacer historia.
Scheidt no especuló en la manga final pues era lo único que le valía y quedó primero, aunque el cuarto que firmó el neozelandés Sam Meech fue suficiente para arrebatarle la tercera plaza del podio.
Ese era el sitio de Meech antes afrontar la 'Medal Race' y solo tuvo que controlar la situación en una competición que dominó el australiano Tom Burton y al que siguió con la plata el croata Tonci Stipanovic.
Scheidt, tras la disputa de la final, relató que hizo lo que pudo pero que no se dio la combinación de resultados para obtener el bronce, algo que sabía que sería difícil.
El brasileño calificó de "frustrante" quedar cuarto en unos Juegos Olímpicos al situarse un escalón por debajo de las medallas, aunque también con la buena sensación de ganar la última prueba.
Scheidt ganó su primera medalla olímpica en Atlanta 1996, un oro en Láser; en Atenas 2004 logró otro oro y en Sydney 2000 una plata, ambas también es esta clase.
Su cuarta mellada llegó en Pekín 2008, una plata en Star; y la quinta en Londres 2012, su primer bronce y le valió para igualar en el ránking a otras dos grandes figuras en la historia de la vela mundial.
El brasileño Torben Grael, de 66 años, sumó en su carrera olímpica como regatista dos oros, una plata y dos bronces, y el británico Ben Ainslie cuatro oros y una plata, la última en Londres, donde se proclamó en las aguas de Weymouth campeón olímpico en Láser.
Ainslie dejó tras la cita de su país la vela ligera para dedicarse a la competición de cruceros y ello le abrió la puerta a Scheidt, quien tiene una nueva oportunidad de ser el primero que alcance seis medallas si dentro de cuatro años en Tokio se decide a seguir en la carrera olímpica.
Siempre tendrá la referencia del argentino Santiago Lange, quien, con cerca de 55 años y después de superar un cáncer de pulmón, se ha proclamado en Río 2016 campeón en la clase Nacra 17 y sumó en su palmarés la tercera medalla olímpica.