La Voz Del Interior - 20/4/14 - 03:20 AM

Manjares caseros

La tradición de hacer dulces en Semana Santa todavía sigue vigente en la familia de doña Doraida Acosta, quien para

José Manuel Adames José Manuel Adames

La tradición de hacer dulces en Semana Santa todavía sigue vigente en la familia de doña Doraida Acosta, quien para estos días prepara una variedad de manjares en su residencia, ubicada en El Macanito del distrito de Atalaya.

El don de hacer estos sabrosos dulces de frutas tropicales y verduras lo heredó de su madre, quien junto a una tía elaboraban dulces caseros que eran muy gustados en la comunidad hace más de treinta años.

Son más de 25 años los que doña Doraida lleva haciendo dulces de marañón, mango, pepitas de marañón, yuca, naranja, papaya con coco, ñame con otoe, cocadas, bienmesabe, confitadas, pan de maíz, pan de huevo, queques y otros que complacen el paladar de cualquiera que los llegue a probar.

A sus 54 años, Doraida contó que cuando empezó en este arte era muy común que para Semana Santa la gente preparara estos dulces en sus casas, pero hoy en día esto ha cambiado y son muy pocos los que lo hacen porque es un trabajo muy arduo y de mucho sacrificio y dedicación.

Doraida confía en que esta tradición se va a mantener en su familia, pues cuenta con el apoyo de sus dos hijos, Eloy y Dora, quienes ya han aprendido el arte de hacer dulces típicos de Semana Santa.

“Muchos jóvenes no han querido seguir con la tradición que practicaron sus padres y abuelos”, manifestó Doraida.

Otra de las razones por las cuales la repostería artesanal ha desaparecido en muchos pueblos se debe al encarecimiento de los ingredientes y la materia prima.

“La miel de caña ha subido de precio, también la naranja y el quintal de pepitas ya va por 21 dólares, casi el doble de hace unos años”, indicó Doraida.

En vista de que poca gente prepara dulces, todos los años, desde la mañana del Jueves Santo, mucha gente comienza a llegar a la casa de la señora Doraida para comprar los dulces que ya tiene expuestos en una mesa. Ella comentó que cada año tiene más clientes porque casi no hay competencia.

Los preparativos para la elaboración de los dulces se inician desde dos meses antes de la Semana Mayor, pues tiene que conseguir las pepitas, los marañones, el coco, las yucas, el ñame y muchas otras frutas de la temporada.

Los precios de los dulces varían de acuerdo al tamaño de la porción, y muchos son encargos que se hacen con tiempo por personas que van a recibir la visita de familiares durante la celebración de la Semana Santa.


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