Ngäbes anuncian más protestas esta semana
El Congreso General Ngäbe-Buglé, los congresos regionales y congresos locales y las organizaciones y movimientos sociales y populares y grupos ambientalistas y sindicatos anunciaron nuevas movilizaciones y cierres de vías en varios puntos de las 3 regiones de la comarca, en rechazo a la hidroeléctrica Barro Blanco.
Estas protestas incluirán cierre de calles en diferentes puntos de las 3 regiones de la comarca Ngäbe-Buglé, anunciaron las organizaciones indígenas y campesinas en un comunicado.
La decisión se tomó en una reunión de dirigentes en Llano Tugrí, una semana después del repudiado acuerdo entre el presidente Juan Carlos Varela y la cacica Silvia Carrera para permitir la continuación de operaciones de la hidroeléctrica, pero sin participación de la empresa que ganó la licitación para construirla, Generadora del Istmo (Genisa).
El pasado jueves, policías reprimieron brutalmente una manifestación contra Barro Blanco en Gualquita, provincia de Bocas del Toro, con un saldo de varios heridos entre originarios y uniformados.
En un comunicado, las organizaciones pidieron nuevamente al Gobierno cancelar definitivamente la hidroeléctrica, y también que entregue a la cacica Silvia Carrera y a los otros firmantes ante la justicia del pueblo ngäbe-buglé para que sean sentados en el cepo, el castigo tradicional de este pueblo originario.
El sector de Gualaquita amaneció sitiado por unidades antimotines de la Policía Nacional, informó ayer el Frenadeso.
La organización popular entrevistó a varios dirigentes ngäbes y campesinos, entre ellos a Ofelia Carrizo, quien describió que hay cinco heridos, uno de los cuales ya perdió la vista por un perdigón en el ojo. No han sido llevados a recibir atención médica en otras áreas por la amenaza de ser detenidos por la policía. Aunque ellos aseguran que serían "secuestrados".
Las imágenes mostradas por Frenadeso daban cuenta de personas con heridas de perdigones en el pecho, brazos, piernas y la cabeza. Algunos afirmaron que los policías les apuntaron a la cara.
Además, otros ngäbes dueños de locales denunciaron que los policías se robaron dinero, se comieron comida destinada a los clientes y les echaron veneno a productos agrícolas que preparaban para vender.