Los estudiantes del colegio reclaman mejores condiciones, equipamiento y laboratorios, los cuales han esperado por cinco años, desde que abrió sus puertas el plantel educativo.
Yatzuri Elizabeth Navas, madre de dos estudiantes, asegura que el conflicto con los dueños de la porqueriza, ubicada en la parte trasera de la escuela, lleva varios años sin resolverse.
Los padres de familia han decidido no enviar a sus hijos a la escuela hasta que se ordene el cierre de la porqueriza, que está afectando la salud de los niños y jóvenes.
Keyla Osorio, subjefe del Departamento de Farmacia en esta unidad ejecutora, indicó que entre el grupo de antihipertensivos, la Amlodipina, constituye el fármaco más utilizado.
Por iniciativa propia, los residentes han enviado notas a los gobiernos de turno, pidiendo la elaboración de un proyecto de electrificación rural, aunque sin recibir la ayuda solicitada.
Según los moradores de áreas como Los Bajos de Menchaca, en Ocú, prácticamente se hace imposible entrar a sus comunidades ahora que cayeron las primeras lluvias.
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