Opinión - 29/11/18 - 12:00 AM

Desfiles

Por: Por Alfonso Zamora Periodista -

Los desfiles de las fiestas patrias han demostrado las deficiencias de la juventud en torno al sentido de nacionalidad en un país lleno de historia. Estas festividades se han convertido en un culto a la personalidad, sobre todo de los candidatos que, en un año preelectoral, no diferencian entre rendir tributo a la patria y festividades de pueblos.

Quienes participan en los desfiles no marcan ya un paso ordenado, sino que bailan al compás de melodías urbanas que poco honor rinden a nuestra nacionalidad y tienen mayor afinidad con el Carnaval.

Antes de 1968, los grupos estudiantiles marchaban hacia la extinta Zona del Canal y expresaban su sentido de soberanía sembrando banderas.

El Instituto Nacional manifestaba su protesta contra el Gobierno frente al palco presidencial, expresando el sentido democrático de su rechazo a las políticas oficiales y, algunas veces, contra los fraudes electorales.

La juventud estudiantil dio un ejemplo en todo el mundo por sus luchas contra la presencia estadounidense de bases militares en el país.

Ninguna generación debe olvidar las jornadas del lucha en 1958, la heroica gesta del 9 de Enero y la resistencia contra la dictadura, bases de nuestra democracia.

Queda demostrado que sin los jóvenes no hay cambios porque los políticos se han convertido en un lastre, porque ellos son solo oportunistas.

A pesar de la falta de motivación que se vio en los desfiles patrios, no se pierde la esperanza, la marcha de los jóvenes atletas contra la corrupción es un ejemplo.