Opinión - 08/8/15 - 12:00 AM
El efecto Trump
El día que Panamá fue víctima de la mafia futbolera de la Concacaf, las redes sociales se inundaron de memes en los que se mofaban de los mexicanos. En varios de ellos aparecía la imagen del pintoresco político y empresario multimillonario Donald Trump, a quien incluso vistieron con la casaca de la Marea Roja, ensombrerado a lo panameño.
Trump se ha ganado el calificativo de “xenófobo” por las recientes declaraciones contra la inmigración latina ilegal hacia los Estados Unidos de América (EE.UU.). “México manda a su gente, pero no la mejor. Está enviando gente con un montón de problemas. Están trayendo drogas, crímenes y a los violadores”. Estas palabras, por supuesto, calaron en lo hondo en la opinión pública estadounidense, igual en la mexicana.
No es un secreto que más de 14.5 millones de personas de origen latino tienen estatus ilegal en la Unión Americana. Que los opositores al presidente demócrata Barack Obama, el Partido Republicano (GOP, o Great Old Party), han hecho lo imposible por evitar reformas migratorias que permitan a esa población convertirse en ciudadanos estadounidenses. Ni los hijos de esos inmigrantes ilegales, nacidos en territorio de EE.UU., se han escapado de la polémica. Pero la realidad es que el voto latino determinará el próximo año quién será el presidente de ese país.
Viendo el reciente debate republicano en Cleaveland, Trump atrajo totalmente la atención del votante derechista norteamericano. Hasta opacó al claro candidato “razonable” del GOP, el exgobernador de Florida Jeb Bush. El discurso extremista contra los latinos le hace ganar adeptos, pero igual genera odios entre las principales minorías que son claves para lograr la victoria electoral el próximo martes 8 de noviembre de 2016.
¿Creen ustedes que Donald Trump recibirá el voto favorable de los latinos gringos, de los afroamericanos, o de la comunidad gay, luego de los calificativos contra minorías? Aunque el norteamericano blanco promedio es mayoría, las minorías activas electoralmente tienden a respaldar al Partido Demócrata y su discurso moderado, dirigido a políticas sociales.
Seguramente, de ganar Trump la nominación republicana, facilitaría la victoria de la candidata demócrata Hillary Clinton. Hasta ahora, sondeos advierten que la mayoría de los delegados electorales los obtendría la ex secretaria de Estado. Y acabaría con la alternabilidad obligada, tras dos periodos consecutivos de un partido en el poder allá en tierras norteñas.
Estaremos pendientes de lo que pase en EE.UU., pues es nuestro mayor socio comercial y la relación con la potencia mundial ha determinado la historia panameña. Larga vida y prosperidad para todos. Saludos, amigas y amigos.