Opinión - 06/5/18 - 12:00 AM

¿Humanización de la Caja?

Por: Por: Roberto Morelos Correo electrónico: [email protected] -

Han transcurrido tres años del fallecimiento de mi esposa Lolita King, también el inicio de mi cruzada por lograr una humanización, para que el asegurado, logre una atención digna, con calidad y además confiable.

Transcurrido un año de la administración de los doctores Alfredo Martiz, como director general y Julio García Vallarini subdirector general, en la Caja de Seguro Social se nota un cambio empezando con los buenos días, buenas tardes, permiso, extensión en la consulta, alternativas en la burocracia, puertas abiertas en algunas direcciones médicas sobre la atención que se recibe, un ejemplo es la policlínica Alejandro De La Guardia ubicada en Betania, y su cuarto de urgencias.

Me dijeron que el artífice de esta “humanización” es el subdirector general Julio García Vallarini, quien, en ocasiones, él mismo atiende las denuncias. Pero lamentablemente existen quienes se oponen al cambio, principalmente, los gremialistas en las áreas de la salud y administrativas, acostumbrados a tomar como rehenes a nosotros los pacientes, para sus demandas económicas y laborales, violando flagrantemente nuestros derechos humanos, y de allí su temor a la ley de la mala praxis, presentada en la Asamblea Legislativa por el diputado Javier “Patacón” Ortega.

El “Movimiento Humanizar la Salud”, del cual somos voceros, hacemos un llamado a las organizaciones, que por años han estado luchando para que termine este sistema de salud tan selectivo, falta de atención y mucha deshumanización, que estamos viviendo los panameños, principalmente los de bajos recursos, para que nos unamos y apoyemos a la administración Martiz - García Vallarini en sus buenas intenciones para lograr una mejor atención en la Caja de Seguro Social.

Que no haya tembladera y se continúe con la labor de adecentamiento de la CSS, una institución tan querida para todos los panameños.

Los asegurados y beneficiarios tenemos derechos adquiridos, que no pueden ser burlados por los eternos burócratas y políticos de turno.

No se desvíen del camino, el pueblo los mira.


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