¿Paz social?
Ha surgido una polémica en relación con la utilización de gases lacrimógenos por el actual Gobierno para reprimir manifestaciones populares, toda vez que un canal local, luego de investigar, concluyó que “no pasa” lo dicho por el presidente Juan Carlos Varela, en el sentido que nunca han utilizado para reprimir protestas las bombas lacrimógenas compradas en la anterior administración.
La polémica en sí es insustancial, ya que lo fundamental de las afirmaciones de Varela era que la presente administración era de “paz social”, nada más alejado de la realidad.
No hay ni puede haber paz social, como dice el mandatario, desde el momento en que existen manifestaciones callejeras por la falta de agua, por la ausencia de seguridad, por el desempleo, por el alto costo de la vida, y esas manifestaciones de descontento son reprimidas violentamente.
La paz no es solo ausencia de conflicto, sino un estado general de bienestar y, lastimosamente, en Panamá no existe ese bienestar desde que observamos como cierran empresas, producto de la crisis económica, y como miles de panameños son arrojados, de manera inmisericorde, a las filas del desempleo.
Lo cierto es que un Gobierno que apuesta por la represión de la protesta social, en vez del diálogo; que utiliza a la administración de justicia para la persecución política; que es incapaz de brindar seguridad a sus ciudadanos, propiciando con su inacción un aumento de la criminalidad, definitivamente, que no puede ser un Gobierno de paz.