Piropos
La iniciativa de la diputada independiente de penalizar los piropos es noble y puede ser considerada como parte de los derechos humanos de quienes los reciben; sin embargo, la verdad es que la idea ha causado extrañeza en nuestro país, donde las personas demuestran su ingenio al galantear.
La propuesta es justa porque es aplicable a ambos sexos, sobre todo si los piropos son considerados ofensivos o irrespetuosos, causa justificable para la terminación laboral en la empresa privada y el sector público.
Esta norma busca que en el sector privado se aplique según lo establecido en el Código de Trabajo, y en el público, de acuerdo con las normas vigentes de la Carrera Administrativa.
Según la diputada proponente, esta experiencia se traslada a Europa, donde la cultura es diferente a la que impera en nuestros países.
En el Viejo Continente, la responsabilidad individual juega un papel definitivo, en tanto en Panamá, el juega vivo sigue imponiéndose como forma de vida.
Cuántas leyes habrá para dar curso a las preocupaciones de la diputada, que no solo cumplen su propuesta y que no conocemos, lo que también demuestra lo buenos que somos para promulgar normas, pero deficientes para aplicarlas.
Un ejemplo son las pensiones alimenticias que no se cumplen y hay casos de artistas y políticos, entre otros personajes, que evaden sus responsabilidades sin que ley los obligue.
La propuesta de Gómez deja importantes vacíos y deja en desventaja al supuesto transgresor lo que, lejos de enmendar su comportamiento, podría ser mecanismo para cometer una injusticia.
Nos parece que todavía hay mucho que hacer para concienciar a la población en materia de valores en un país como el nuestro, lamentablemente, lejos de tener una cultura de responsabilidad.