Ricardo Martinelli - 13/4/18 - 12:00 AM

Varela trata de distraer

Por: Por: Ricardo Martinelli -

Carl von Clausewitz, gran filósofo alemán que escribió sobre tácticas, batallas y guerras, tenía una teoría que llamaba "el punto culminante de la victoria", o sea, cuándo terminar  una pelea o contienda. Siempre se ha dicho que el tiempo es lo más importante, igualmente debes saber con qué recursos cuentas, qué deseas conseguir con lo hecho, quiénes, además de ti, te apoyan en esta lucha; cómo lo hacen, de frente  o tímidamente; qué moral tienen los que te apoyan o con los que pelean; igualmente, hasta dónde llevas la pelea y qué puede venir  tras tus acciones. Hay que prevenir todas las consecuencias que traen tus acciones, qué daño colateral traen, si había violencia y, sobre todo, me ayuda  esto internamente; en fin, hay una cantidad de variables que cambian a diario y con esa misma velocidad debes tomar acciones.

Con esto me refiero a la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela, después de Panamá haberlos puesto en una lista  más de las  ya tantas que  hay en el mundo. Ante todo, respaldo a mi país por lo que hizo. Ojalá hubieran "ellos" hecho lo mismo  cuando en nuestra administración también  rompimos con Venezuela, al ofrecerle a María Corina  Machado el puesto de Panamá en la OEA para que expresara  el sentimiento de su pueblo ante esa organización. Era lo correcto antes y lo es ahora. Ojalá hiciera lo mismo el gobierno de Varela.

Lo malo es que esto solo lo ha hecho Panamá para desviar la atención a los graves problemas internos y creyendo complacer a otros, por lo que se habla, planea y avecina podría suceder en Venezuela, ahora que el mundo  le ha puesto más sanciones y restricciones a ese país. Me acuerdo como si fuera ayer de que tuvieron la misma reacción con Panamá, en aquella ocasión, y como se sintieron molestos, le dieron dinero y apoyaron al hoy presidente nuestro en su campaña del 2014.  No recuerdo haberlo escuchado, ya que Maduro y él tenían una estrecha relación, al ser ambos al mismo tiempo vicepresidentes y cancilleres, como también ahora presidente, por eso creo que esos "detallitos" no tardarán  en salir y serán solo un recuerdo de cómo un gobierno nefasto irrumpió en la vida democrática de otro.

Como ustedes bien saben, Varela no es ángel de mi coro, pero como panameño, lo tengo que apoyar en esta su aventura de distracción que hace la errática política externa nuestra, que solo he visto con atino últimamente haberles quitado el negociado de visas restringidas a algunos y cambiarlas a visas estampadas en el consulado, tanto a los chinos como hindúes, algo que creo  es conveniente, pero traerá consigo más ilegales de esos países en Panamá.

Lo que sí creo es que  debemos todos saber a qué atenernos  en esta pelea. Ahora vemos a nuestra izquierda aletargada "decir algo", quien sabe protestar e inclusive una huelguita o cierres de calles en la Universidad de Panamá. Recomiendo a Varela no se vaya a creer  que él es el gran líder y estadista de fama internacional por haber hecho lo que correspondía, después de ellos habernos hecho lo mismo. Le subirán no menos de 75 mil venezolanos seguidores en Twitter, si no pasa eso en un día, no es nadie.

Ahora también toma saber hasta dónde llegaremos con esto. En mi caso fue hasta las elecciones de 2014, creo igual será aquí. Esto llega hasta el próximo gobierno y veremos igual la ayudita de Venezuela a quien se le oponga al oficialismo en el 2019. Antes donaron vía la Comisión Nacional de Administración de Divisa (Cadivi), ahora vendrá con los mismos empresarios  radicados en Panamá o cómo. Veo a Picuiro feliz y contento. Podrá seguir alimentando sus teorías de conspiración, muy comunes en él y quienes le dan importancia y se lo creen.

Al final de cuentas, ¿qué queremos lograr con esta acción? ¿El extender esto y dejarnos solos, como hicieron con nosotros? Esto es solo un desgaste para el país, bien sea porque la Zona Libre de Colón no venda ni cobre, Copa no viaje o no se pueda ya mandar desde Panamá  ni comida o medicina. Debemos saber cuándo parar y manejarlo estratégicamente. De antemano muchos nos van a dejar solos, lo bueno es que ya la izquierda está en decadencia, lo malo es que nuestra política interna, con un gobierno desgastado, sin arraigo popular, próximo a un año electoral, que no trabaja ni resuelve, quiera ahora dedicar el poco esfuerzo que hace a los problemas de otros y no los nuestros.

Nuestra muda Cancillería debe ser la que tome la batuta y no el Ejecutivo, que solo quiere figurar  y quedar bien, no solo con quienes lo alentaron como a mí (igual) a tomar esta decisión, que después nos abandonaron al final. Lo bueno para nosotros es que Venezuela tiene ahora el peor gobierno de su historia, siendo a la misma vez tan rico como tan pobre, pero hasta que su Ejército no se levante en armas y haga respetar la Constitución Bolivariana, allá habrá dictadura para rato. Ni sanciones ni huelgas lo tumban.

Si de verdad viéramos que el presidente Varela tiene ese dolor por lo que pasa en Venezuela, debe ser consecuente y relajar las ya duras  restricciones migratorias que le ha impuesto a ese país por la xenofobia que él no quiso contener  y alentó, que ha consumido a Panamá. Los ciudadanos de ese país son ávidos consumidores que a diario inundan nuestras tiendas, centros comerciales, supermercados, cines, restaurantes, etc., a los cuales ahora les han bajado sus ventas considerablemente, tras la forzada partida de casi 100 mil venezolanos de Panamá. Esto trajo consigo, además de una baja en el consumo, una menor recaudación de impuestos y menos empleos, desacelerando la economía.  Debido a esto, una cosa debe ir con la otra, o es esta solo una medida más de su acostumbrada distracción de los verdaderos problemas que el país y él tienen por solo andar de tumbo en tumbo, nunca teniendo paz con él ni dejando que el país la tenga.


  

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