Carlos Arboleda-Escultor y Pintor

Continuación del artículo: El universo mágico de Carlos Arboleda. Por: Ileana Gólcher.

Su estudio produce sentimientos encontrados. Por una parte, un extenso jardín rodeado de la naturaleza cultivada de forma perseverante, las palmeras exóticas, los árboles, los recuerdos y la evocación de Chilibre con su rancho campesino y la confortable hamaca, y como celosos custodios... sus esculturas inconfundibles: "El Rey y La Reina", y un caballo galopante;

Los cuadros cubren ampliamente las paredes, cientos de objetos deambulan y ocupan cada espacio. "Nada sobra nunca", nos explica el maestro. La creación en mí no tiene preferencias, cada objeto tiene un destino que le aguarda. Y es el artista el que va creando formas, descifrando sentimientos hasta lograr plasmar la idea central, subraya Arboleda.

El ambiente que rodea al artista es un factor decisivo en su proceso de creación, de ahí que Carlos Arboleda considera que se hace imperativo apoyar las instituciones artísticas destinadas a fomentar el arte. "En Panamá deberían existir miles de centros de arte y cultura", indicó, y tal vez recordando la institución que él organizara y dirigiera por más de dos décadas y que orientó a estudiantes de todas las edades hacia la expresión creativa, ganando Panamá un lugar relevante por la destacada participación en concursos nacionales e internacionales.

En tal sentido, se muestra partidario de crear un Ministerio de Cultura como alternativa para otorgarle a las bellas artes un sitial de importancia y en la que se discutan a nivel de Consejo de Gabinete los programas y el presupuesto de la actividad que históricamente ha sido considerada como de segunda categoría.

Y los premios... ¿qué significado tienen en la vida del artista? "Son muy estimulantes -nos expresó el maestro Arboleda- sobre todo, los que provienen del extranjero porque, de alguna forma, están libres de influencias de todo tipo. Me estimuló enormemente la Bienal de París, en la que gané el premio George Roudier con la escultura Piel adentro". Seleccionan la obra porque valoran su calidad, y el artista duerme y sueña con estas satisfacciones, le sirve para seguir adelante de los momentos de vacilación o desánimo, indicando Arboleda con gran satisfacción.

Recordó con orgullo los cuatro premios internacionales Xerox en el campo de la pintura y su reciente distinción al ser invitado a participar en Costa Rica con sus esculturas y pinturas. "Fui seleccionado por los costarricenses -explicó Arboleda- y esto constituye para mí una enorme distinción, ya que en gran medida localmente hay personas que intentan 'apagar nuestra vela', para que se encienda la de ellos". Afortunadamente no lo logran, porque se conoce la creación del artista y se valora el talento. Sobre el particular se mostró partidario de brindar los homenajes en vida; "después de muertos de qué nos sirven los discursos, colocar nuestros nombre en alguna avenida, o que nos lleven flores...", lo importante es estimular al artista cuando ellos puedan apreciarle, de lo contrario, expresó, ¡no sirven de nada!

Sus próximos proyectos se encaminan a trabajar con intensidad en la escultura, aspira crear un busto a Justo Arosemena y a Rogelio Sinán, este último para colocarlo a la entrada de la isla de Taboga. "¡Sería una experiencia inigualable!", expresó Arboleda, y al decirlo su mirada se aviva como la inquietud de un sueño que aspira algún día realizar.

Admirador de Miguel Ángel y de Pablo Picasso, Arboleda confesó su espíritu de coleccionista de objetos. Los guarda con recelo y va creando a través de sus caprichosas formas, sus sorprendentes creaciones, porque hasta los sueños nacen de las manos, y cada escultura tiene una eternidad no menos ardiente que la de los héroes.

Continúa.