Vida - 06/2/17 - 08:45 AM
El amor NO es una emoción
El amor es una adicción inextinguible a otra persona suministradora de felicidad, independientemente de la actividad sexual, afirma el profesor de psicobiología Enrique Burunat.
“Considerar al amor como una emoción es un error”, afirma taxativo Enrique Burunat, profesor de psicobiología de la Universidad de La Laguna, en Tenerife. El académico asegura que el amor “es una motivación fisiológica” y destaca su importancia para nuestra supervivencia como individuos y como especie.
“El amor es una adicción inextinguible a otra persona suministradora de felicidad, independientemente de la actividad sexual que pudiera compartirse”, manifiesta Enrique Burunat, que remataba su trabajo con un artículo para la revista “Psychology”, el pasado mes de diciembre.
“El amor es la búsqueda del equilibrio basada en la función de ciertos circuitos cerebrales. El amor, y la capacidad de amar, se construyen durante el desarrollo cerebral humano, y por eso es esencial experimentar el amor durante la infancia y la niñez”, asegura Burunat.
“La exaltación de la sexualidad, con los grupos de poder limitándola o estimulándola, controlándola o persiguiéndola, ha generado que las intensas emociones asociadas al sexo se hayan interpretado como amor, con lo que la consideración del amor como una emoción se ha asentado firmemente en las sociedades”, puntualiza.
“Es hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente, es un soñado bien, un mal presente, es un breve descanso muy cansado”.
Con estos versos, definía el amor Francisco de Quevedo (1580-1645). Son muchos los poetas, escritores, cantantes y cineastas que han hablado del amor. Tradicionalmente se ha considerado que es un sentimiento, una emoción. Sin embargo, recientes investigaciones podrían contradecir esta creencia generalizada.
Así, en un artículo publicado en la revista “Psychology” el pasado mes de diciembre, Enrique Burunat, profesor de psicobiología de la Universidad de La Laguna de Tenerife (España) expone varios argumentos para definir al amor como una motivación fisiológica, similar en cierto modo al hambre o la sed.
“En realidad, la motivación fisiológica no es la sed o el hambre, que son las consecuencias de la falta de agua y nutrientes. La motivación es la búsqueda de la homeostasis, el equilibrio del medio interno. Así, hambre y sed son los síntomas de la abstinencia de comida o agua. El amor es la búsqueda del equilibrio basada en la función de ciertos circuitos cerebrales. El amor, y la capacidad de amar, se construyen durante el desarrollo cerebral humano, y por eso es esencial experimentar el amor durante la infancia y la niñez”, asegura Burunat.
El especialista señala que, si bien es posible sobrevivir mucho tiempo alimentándose mal, esto origina carencias que pueden provocar enfermedades o incluso causar la muerte. “Exactamente igual es posible sobrevivir a la infancia y a la niñez sin amor, aunque con el tiempo pueden aparecer múltiples patologías físicas y mentales”, apunta.