El rábano tiene cualidades diuréticas, ya que incrementa la cantidad de orina y de sudor, evita el agotamiento muscular y combate la anemia
El rábano tiene cualidades diuréticas, ya que incrementa la cantidad de orina y de sudor, evita el agotamiento muscular y combate la anemia.
Es de destacar también el excelente efecto, en especial el del jugo de rábano, en el hígado y los conductos biliares, ya que aumenta la producción de bilis por las células hepáticas, suprime las retenciones biliares, influye favorablemente en las inflamaciones de los conductos biliares de todo tipo, así como en la formación de arenas y cálculos.
El rábano fomenta la expectoración en la tos persistente y seca. Es, por tanto, oportuno su empleo en la tos ferina y demás manifestaciones de bronquitis.
Los rábanos también son empleados como desodorante contra los olores corporales fuertes. Para elaborarlo se requiere el jugo de aproximadamente dos docenas de rábanos que se deben colocar en una botella con rociador. También se puede agregar ¼ cucharadita de glicerina al jugo antes de embotellarlo, para que se conserve más tiempo, a menos que sea refrigerado, en ese caso no hace falta la glicerina. Luego de la ducha o baño matinal, rociar un poco de este jugo de rábano en las axilas, las plantas de los pies y entre los dedos.
El jugo de rábano es también útil para los casos de picaduras de insectos y las quemaduras leves.
Según estudios realizados, los rábanos se pueden emplear para el tratamiento del cáncer. En este sentido, se elaboró un té fuerte hecho con semillas de rábano para reducir el cáncer del estómago, y de la aplicación externa de emplasto de rábano caliente para el tratamiento del cáncer de mama. Esta acción para combatir el cáncer se debe a los sulfuros que contiene al igual que la col, el nabo, la col de Bruselas, las hojas de mostaza, el berro, el ajo y la cebolla.