Trucos para avivar la llama
El sexo se vuelve aburrido y tedioso si se cae en la monotonía cuando estamos en una relación, en la que la vida sexual
El sexo se vuelve aburrido y tedioso si se cae en la monotonía cuando estamos en una relación, en la que la vida sexual es más o menos regular todos los días.
Y es que muchos factores que influyen positivamente en la vida sexual llegan a verse comunes al caer en la rutina, por lo que cada día debes implementar ideas diferentes.
Haz que el juego previo antes del sexo sea la chispa que prenda la llama y caliente tu cama.
Sigue estos “tips”
Experimenten nuevos lugares: Tírate al piso y ten sexo en la alfombra, o si no, en un sillón; recorre la cocina, sobre el comedor, la repisa, o en las escaleras. Prueba al aire libre, en el balcón suele ser superexcitante, en la piscina o en el patio trasero de la casa.
Juega con la comida: Haz que el queso se acabe en la cama. Compra fresas o cualquier tipo de fruta que sea de tu agrado, crema batida, chocolate y demás. Coloca la misma en los puntos débiles de tu pareja y poco a poco, lame, muerde y cómetela toda.
Olvídate de la hora: Siempre es hora para pasarla bien, agitarse y tener sexo. En la mañana antes del trabajo, en el almuerzo, al llegar del trabajo, en la cena, en una fiesta, en la madrugada.
Alcohol: A diferencia de lo que suelen hacer algunos, ¡no te emborraches! Una copita nunca está de más, escoge tu licor favorito y tómate una. Ahora, con el resto de la botella entren a la ducha, poco a poco viértela sobre su cuerpo y lo que sigue es historia, un momento que no olvidarán.
Cumplan sus fantasías: Mantener la comunicación en una relación es superimportante y algo que avivará sin duda la llama son las fantasías.
Sé la chica mala de su película o la niña buena con el cabello trenzado que lo vuelva loco. También puedes usar lencería, disfraces, jugar a reto o castigo, entre otras cosas.
Dominio: Para ambos esto resultará tan excitante que los hará gritar de placer. Lo común es que el hombre tenga el control y amarre los brazos de la mujer, pero no sabes cuán placentero resulta para ellos verse inmóviles bajo el dominio de una mujer.
¡Átalo!, aunque al principio no quiera, besa la zona baja de su abdomen y haz que sufra hasta que no le quede más remedio de pedirte lo que quiere.