Deportes - 17/11/25 - 12:00 AM

¿Bolillismo o agradecimiento?

Por: Por Gabriel Jesús Castillo -

Es incomprensible y poco razonable que al único técnico que nos ha llevado a la máxima cita, un Mundial de Fútbol, aquel de Rusia 2018, lo tratemos como enemigo de forma déspota y desagradable.

Los aficionados reclamaron y de forma hasta agresiva, como hordas salvajes, con improperios a mis colegas, el trato cordial y afable de la prensa con Hernán Darío Gómez.

Es que "Bolillo", más allá de ser un conductor de almas para nuestra Selección, se compenetró con el país. El colombiano se la jugó como un panameño más, sufriendo en cada partido, jugada a jugada, gol a gol.

Se puede entender que el cariño procesado será eterno; esa hazaña quedó marcada en el corazón y en las mentes de cada panameño.

A cada santo le llega su hora; el "Boli" es amado con frenesí; si el hispano-danés Thomas Christiansen nos lleva al Mundial 2026, igualmente será adorado.

Sumado a que tenía un agregado, un plus, cuando llegó, prometió que nos llevaría al Mundial y lo logró, con gol fantasma de Blas, la anotación de Román en las postrimerías de las angustias, la victoria impensada de T&T ante USA; se alinearon los planetas.

Es que cuenta la historia que no está en Google, que, para el mundial de Rusia, se presentaron más de 20 técnicos aspirantes al banquillo de la "Sele" con presentaciones magistrales hechas con PowerPoint y demás.

"Bolillo", solo traqueó la mesa y dijo: "Los llevo al Mundial”, y fue aceptado por unanimidad por los federativos encabezados por Pedro Chaluja.

Ahora lo de Gómez, no es de extrañar; no solo lo veneran en Panamá; en Ecuador, de igual forma, porque los clasificó por ver primera.

El recibimiento en el Aeropuerto de Tocumen fue afable, con un saludo "Qué xopa, cuzclatecos" y con sonidos autóctonos; el cambio tiene que ser radical, del cielo al infierno.

Nos jugamos un pase al Mundial; la Caravana del Triunfo, que parte desde la Cinta Costera hoy a las 9 p.m., debe ser el preámbulo de un entusiasmo inusitado.

Y qué decir del Rommel, debe explotar de emociones, esos feligreses que van con el corazón en la mano, dispuestos a gritar hasta quedar sin aliento, nunca dejar de alentar.

Sabemos y reconocemos que no tenemos cultura de fútbol, somos un país de paz, sin violencia marcada, y le demostraremos cómo se puede alentar sin convertirnos en desadaptados y energúmenos.

La "Sele" va a responder a sangre y sudor, porque existe una sola ecuación: ganar y ganar, además de que hay una deuda preestablecida; no hemos ganado en el Coloso de Juan Díaz.

En la vida misma, hay tiempo para todo, para amar y para odiar, y entendemos con claridad que "Bolillo" es nuestro rival y le vamos a ganar con dignidad, sin pedir nada regalado.

(El escritor de esta columna es presentador en Sertv Deportes).

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