Golazo - 08/6/16 - 12:00 AM

Blas Pérez quiere jugar dos años más

 

Por: EE.UU./EFE. / @CriticaPa -

El delantero Blas Pérez, máximo goleador de la Copa América Centenario tras su primera jornada, empezó desde abajo, en concreto, desde la portería, donde los amigos del barrio le relegaban por su falta de calidad, pero pronto les dejó claro que lo suyo era el área.

Jugador de raza, el ariete canalero es, además, una persona emotiva que presume de jugar por los suyos, que no son otros que todo un país, por el que rezuma orgullo, su familia y su barrio, San Miguelito, en Panamá.

Fue en este complicado distrito donde Blas Pérez, que peina ya 35 años, creció y empezó a dar patadas a la pelota, pero "no era bueno", como él mismo reconoce. Lo suyo era más la garra y la entrega que las florituras con los pies.

"No era bueno, pero mis ganas, el deseo de superarme y las ganas de sacar a mi madre del barrio, de comprarle una casa, es la satisfacción que me deja muy feliz. Le cumplí el sueño de comprarle una casa y cuando veo las fotos de la casa, todavía lloro al ver a mi madre feliz porque la tiene", explicó el delantero.

Miembro de una familia humilde, Blas Pérez tuvo que dejar de estudiar pronto para trabajar, incluso lavando autos, y así ayudar económicamente después de que su padre, ya fallecido, perdiera el empleo y tuviera que ponerse al volante de un taxi.

"En el barrio, el más malo iba al arco y a mí me tocaba ir porque jugaba con gente mayor. Yo tenía 10 u 11 años y mis amigos 15 o 16. Me tocaba el arco, pero me fui ganando un respeto y el derecho de poder estar en la cancha. Eran chicos de mayor edad, pero siempre estaba ahí marcando goles", recuerda.

Blas, con más de 220 goles anotados en su carrera, 41 de ellos luciendo el escudo de su país, es el segundo máximo anotador de la canalera con uno menos que su compañero Luis "Matador" Tejada.

Pero los logros personales, como ser máximo goleador de la Copa Libertadores de 2007, cuando militaba en el Cúcuta Deportivo, no están en su lista de prioridades.

El jugador del Vancouver Whitecaps, de la MLS estadounidense, asegura que una de sus características principales es ser un "guerrero dentro de la cancha", hacerse "matar" por sus compañeros, su país y su bandera.

A sus 35 años, es consciente de que su carrera llega a su fin, aunque sigue sintiendo esa "hambre, ese cosquilleo en el estómago" que le hace saltar a la cancha. "Espero jugar dos años más y decirle adiós al fútbol", señaló.

"Tengo pensado en el último año de mi carrera jugar en dos equipos con los que estoy muy agradecido, el primero en el que salí, el Árabe Unido, y el Cúcuta colombiano, que está en Segunda División", asegura.

Hasta entonces, Blas promete seguir dando muestras de su forma de pelear, de luchar, para no dar por perdida ninguna pelota, y avisa a sus próximos rivales en esta Copa América Centenario, Argentina y Chile, que los panameños siempre se han "caracterizado por luchar, y pase lo que pase, van con la frente en alto".

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