Codicia
De los seis querellantes en el proceso seguido al expresidente Ricardo Martinelli, cuatro dieron a conocer su pretensión de que se les indemnice con casi $60 millones, en caso de que el exmandatario sea condenado, lo que resulta previsible por el carácter político de este juicio.
Tal pretensión retrata de cuerpo entero a los verdugos de Martinelli, y revela lo que en el fondo era sabido: una inconmensurable codicia, totalmente alejada de los postulados de verdad y equidad.
Lo triste de todo esto es que, de ser condenado Martinelli, a la postre quien tendrá que pagar es el Estado panameño, dada la investidura de presidente de la República de la que gozó en su momento.
Eso significa que el proceso, que de por sí era un sainete político, ha derivado en mecanismo para la entronización de una descarada bellaquería que pretende convertir en negocio lucrativo a la administración de justicia.
¿Quién en su sano juicio puede concebir que los llamados "querellantes" hayan sido lesionados, de alguna forma en su patrimonio moral, si Panamá entero sabe de quiénes estamos hablando?
Lo triste de toda esta tramoya bufonesca es que al final se pervierten los más altos ideales de la justicia, reduciéndola a una cuestión de intereses económicos.