¿Es justo que sufran las niñas?
En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» en nuestro sitio www.conciencia.net:
«Durante cuatro años de separada del padre de mis hijas, él no ha cumplido con la cuota de alimento para las niñas... Por esa razón, junto con mis padres, tomé la decisión de no dejárselas ver. Pero no sé si estoy haciendo lo correcto. Hay momentos en que él me ruega que se las deje ver y me promete que va a cumplir con la cuota; pero cuando se las dejo ver, él no cumple.
»¿Qué debo hacer? ¿Está bien que le prohíba ver a las niñas? Ya lo he demandado, pero él no tiene nada para respaldar lo que ha dejado de dar, y en mi país las demandas son demoradas (de uno a dos años). Él no entiende que es una responsabilidad, solo me pregunta que cuánto debe pagar por verlas».
Este es el consejo que le dio mi esposa:
«Estimada amiga:
»Las niñas necesitan el amor y la atención del padre, al igual que lo necesitan los niños varones. Hay excepciones, pero las niñas que no cuentan con la presencia del padre tienen una mayor probabilidad de sufrir diversas consecuencias negativas, incluso el correr más riesgo de tener relaciones sexuales durante su adolescencia.
»Comprendemos, por supuesto, la presión económica que sienten usted y sus padres por tener que mantener a las niñas con muy poca ayuda de parte del padre de ellas. Y estamos completamente de acuerdo en que él tiene la responsabilidad de pagar las cuotas de alimento para las niñas y que es un irresponsable y carece de integridad moral. Pero ¿es justo que quienes sufran sean sus niñas?
»A usted le hace falta mucha sabiduría para afrontar esta situación. Gracias a Dios, Él quiere darle la sabiduría que necesita. El apóstol Santiago escribió: “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie”. Pídale a Dios en oración que la ayude y le dé sabiduría para tomar las decisiones que más convengan a sus niñas. Cuéntele a Dios sus problemas y pídale que la guíe cada día».